martes, 22 de diciembre de 2009

Bye, bye, UPyD

Celebrado ya su primer Congreso, UPyD es más que nunca el partido de Rosa Díez, pero sólo eso. El coste pagado ha sido que, en un partido que en junio dicen que tenía 5.586 afiliados, en la Asamblea este fin de semana sólo han votado 1.811. Las bajas de hecho han sido numerosísimas. Algunos, entre los que me encuentro yo mismo, hemos sido expedientados y así han evitado que interviniéramos en los debates. Nuestro pecado fue plantear posiciones diferentes a las del aparato, poniendo en grave riesgo la aprobación de las propuestas de la Dirección. Ahora, seguramente muchos de los que aún no nos hemos ido lo haremos y, desde luego, podemos explicar claramente el por qué.

En primer lugar, las ideas que compartíamos los fundadores de UPyD y de su organización precursora, Plataforma Pro, han sido abandonadas. Pero ese abandono creemos que no está motivado por el deseo libre en democracia de los miembros del partido, sino más bien nos parece que por las conveniencias personales y por las ocurrencias de la Presidenta y su entorno. En cuanto a las conveniencias, porque lo que hemos visto nos hace creer que se prima en la organización el servilismo y el culto ciego a la líder. En cuanto a las ocurrencias porque, por ejemplo, se ha pasado casi sin debate de defender la unidad de España a proponer un Estado federal, lo que implicaría romper la soberanía única en favor de los territorios.
En segundo lugar percibimos que los expedientes y las destituciones, a nuestro juicio arbitrarias, han convertido el ambiente de la organización en irrespirable. Quienes hemos aportado ideas y las hemos defendido hemos sido marginados. Recíprocamente, quienes muestran seguidismo ciego e incluso colaboran en la caza de brujas pueden ser promocionados. Una organización así corre el peligro de llenarse de personas con más ambición que ideales y desde luego cercena el debate interno. Desconozco si tendrá recorrido electoral pero estoy seguro de que será intelectualmente estéril, exceptuando lo que puedan dar de sí las sucesivas ocurrencias de un par de miembros de la dirección.
En tercer lugar, porque muchos tenemos la sensación de que UPyD lleva camino de convertirse en un PSOE bis, con sus defectos y alguno más, pero con ninguna de sus virtudes. En este recorrido, alejándose de la transversalidad inicial, muchos de quienes se consideran liberales se han visto defraudados. Algunos de los que nos sentimos socialdemócratas ya no encontramos otras razones para lo que sucede que el historial político personal de Rosa Díez, incluyendo su rotunda derrota el año 2000 ante José Luis Rodríguez Zapatero en su aspiración de llegar a la Secretaría General. Habrá que observar lo que nos deparará el futuro, pero no se puede descartar ver a UPyD llamando a la puerta del PSOE, especialmente si se produjese la retirada de ZP.
En resumen, nos parece que Rosa Díez no ha dudado en ejercer toda su influencia dentro y fuera del partido para no estar expuesta a crítica alguna, por muy constructiva que fuese. Creemos que ha confundido en política la fortaleza con la agresividad. El aparato que controla se ha permitido cosas nunca vistas en democracia. Baste recordar que tres de sus compañeros de lista formaban parte de la Comisión Electoral que controlaba las votaciones, bajo las normas por ellos mismos redactadas. Quien actúa así gobernando un partido creemos que no merece participar en el gobierno del Estado. Desde luego, que no cuenten con muchos de nosotros para contribuir a ello, ni para formar parte de una organización que funciona así. Creo que está explicado.
Javier Carroquino Oñate
Ex-Miembro del Consejo Político Fundacional, cabeza de lista al Congreso en las elecciones generales 2008 y ex-Coordinador en Aragón de UPyD

domingo, 20 de septiembre de 2009

La Ponencia de Estatuto y la Enmienda a la Totalidad

He redactado una enmienda a la totalidad del Estatuto de UPyD. Aquí está la explicación.

La Ponencia de Estatuto de UPyD tiene más de cincuenta páginas. Leerla entera y aún más analizarla requiere invertir tiempo y no es precisamente entretenido. Sin embargo, resulta muy revelador de las probables intenciones de sus autores y permite entrever las consecuencias de su aplicación. Ambas cosas son cruciales para quien desee tomar postura ante ella, bien sea votando a su favor o en su contra, bien sea criticándola como asunto público y político que es. Pero, sobre todo, es la prueba definitiva de si UPyD está siendo encaminado por su actual Dirección hacia lo que se pactó en su fundación y en su Manifiesto, así como de si se va a tratar o no de un partido nuevo y plenamente democrático.

Entiendo que en nuestro país puede haber personas que, cuando se trata de partidos políticos, sólo se fijan en las apariencias, en los mensajes propagandísticos de sus líderes o en la finalidad aparente de sus intenciones. Quien crea que da igual lo que suceda de puertas adentro, puede optar por ignorar todo lo que sigue o por valorarlo. Pero que nadie se engañe: un partido, si pretende ser democrático, no puede serlo sólo de puertas afuera.

Voy a intentar responder las siguientes preguntas:

1. ¿Cómo es el Estatuto que ha elaborado la Dirección de UPyD?
2. ¿Qué consecuencias previsibles en la organización y su política tendría ese texto?
3. ¿Es consecuente con el Manifiesto Fundacional?
4. ¿Qué se podría o debería cambiar?
5. ¿Existe alternativa a la Ponencia?

¿Cómo es el Estatuto que ha elaborado la Dirección de UPyD?

Se diseña una organización con diversos órganos, tanto colegiados (Consejos y Comisiones) como unipersonales (Portavoz y Coordinadores), en tres ámbitos territoriales diferentes (nacional, autonómico y local). De entre los órganos nacionales existen varios que, por su nombre, parecerían destinados al control (Garantías, Finanzas y Electoral). Los órganos de nivel provincial son meramente utilitarios, sin apenas trascendencia.

Sin embargo, el reparto de funciones y competencias es tal que concentra prácticamente todo el poder del partido en una sola persona: el Portavoz nacional. Esto es así porque ella presenta su lista cerrada y bloqueada para la elección del Consejo de Dirección, el cual a su vez tiene atribuidas casi todas las funciones de forma directa. No sólo es el "ejecutivo" del partido, sino que también es el "policía" que vigila y el "juez" que expedienta y expulsa e incluso puede "interpretar" el Estatuto. Decide quién puede afiliarse y quién no. También se asegura la acción normativa, ya que es quien elabora los Reglamentos. Igualmente toma las decisiones políticas e incluso decide las alianzas con otras fuerzas. La política del partido va a ser elaborada y decidida por el Consejo de Dirección, en su mayor parte de forma descaradamente directa y en el resto de los casos con la colaboración de órganos que controla. Decide la composición final de las candidaturas, con excepción de los cabezas de lista. Organiza e interviene intensivamente en los procesos electorales internos, incluido el de su propia renovación. Por si sus funciones fueran pocas, controla directamente un alto porcentaje del Consejo Político y de la Comisión Electoral y puede quitar y poner dirigentes territoriales. No sé si se me olvida algo, pero ellos por si acaso se atribuyen expresamente "cualquier otra función que no venga atribuida en los presentes Estatutos a ningún otro órgano".

Hay que sumar a todo lo anterior que la elección del Consejo de Dirección se va a hacer por un procedimiento que no ha sido aprobado en Asamblea y que se inicia antes siquiera de que el Congreso haya comenzado.

Por otra parte, existe alguna limitación de mandatos pero tan inoperante que el Estatuto permite seguir a la persona que tendrá todo ese poder como Portavoz hasta doce años consecutivos, es decir hasta finales del año 2021.

Desde el punto de vista económico, se percibe una ausencia total de control de contratación y pagos a cargos internos o personas vinculadas a la Dirección del partido. Tampoco hay mecanismos de transparencia e información de la gestión económica a los afiliados.

Existe un mecanismo de expulsión camuflado como "baja del afiliado" de forma expeditiva, sin cumplir siquiera lo exigido por la Ley Orgánica de Partidos Políticos.

El Régimen Disciplinario, las medidas cautelares y las faltas que se definen son tan limitativos y permiten una interpretación tan arbitraria (recordemos que esa interpretación es potestad del Consejo de Dirección) que pueden acallar las críticas e incluso los debates y la posible existencia de cualquier tipo de oposición interna. En un partido así, trayectorias políticas como la de Rosa Díez hubieran terminado muy, muy rápidamente.

¿Qué consecuencias previsibles en la organización y su política tendría ese texto?

El Reglamento del I Congreso que promovió la Dirección, así como las acciones que ésta viene realizando (expedientes y expulsiones de los críticos, campaña de presiones durante el pre-congreso, etc.) favorecen descaradamente la reelección de los actuales dirigentes. Una vez que la Ponencia de Estatuto se aprobase, esa misma Dirección dispondría de todo el poder del partido, así como de los mecanismos para conservarlo cómodamente durante al menos doce años (hasta 2021).

En ese período de tiempo, la toma de decisiones vertical y tremendamente concentrada, serán el caldo de cultivo para que los afiliados más serviles (por ambición clientelar o por seguimiento ciego) se incorporen a un aparato monolítico e intelectualmente pasivo. Eso, unido a las enormes limitaciones al debate y la crítica, nos llevarán a un futuro nada democrático y además completamente estéril.

Esta es la principal falacia que contiene la Ponencia de Estatuto. Se intenta justificar la ausencia de democracia interna en aras de la eficacia. Sin embargo, detrás de ello se oculta una estructura mucho peor que la de otros partidos, eficaz sólo para la conservación de los privilegios de unos pocos. Una organización así, si sobrevive, sólo será implantando en sí misma los mismos vicios que decía combatir. ¿Eficacia? Será incapaz de regenerar nada.

¿Es consecuente con el Manifiesto Fundacional?

Aunque el Estatuto es principalmente un documento organizativo, tiene un contenido político, recogido en los "Principios y fines", que merece una especial crítica. En ellos se consuma la renuncia a una de las señas de identidad que aglutinaron a quienes fundamos UPyD: la transversalidad. Entre otras cosas, como grave ejemplo, no existe ninguna referencia a la libertad individual y a su defensa ante el Estado. También se ha eliminado totalmente la mención a la democracia fuera de nuestras fronteras, que estaba recogida explícitamente en el Manifiesto Fundacional. En resumen, se renuncia a una buena parte de los principios liberales, que junto con los llamados genéricamente progresistas formaban parte del pacto y proyecto fundacional.

Como resumen, se puede decir que la actual Dirección de UPyD, con la Ponencia que ha elaborado, traiciona por completo a lo expuesto en la Conclusión del Manifiesto hablando de los partidos políticos, que dice: "Ninguno de los grandes partidos nacionales actuales –menos aún los nacionalistas- defiende propuestas equivalentes a las nuestras….. Ninguno, finalmente, está interesado en proponer reformas que revitalicen la democracia mermando el poder de los aparatos de los partidos en beneficio de una deliberación pública y abierta…. Estas son, en cambio, las propuestas que hace nuestro partido."

¿Qué se podría o debería cambiar?

Lo principal que hay que cambiar se expresa muy fácilmente:

1. Implantar en el partido la división de poderes.
2. Convertir los organismos de control en independientes y serios.
3. Obligar a la transparencia ante los afiliados y la sociedad.
4. Impedir que se favorezca económicamente a cargos internos o empresas afines.
5. Que la limitación de mandatos sea real.
6. Equilibrar los derechos, los deberes y el régimen disciplinario.
7. Cumplir la letra y el espíritu de la Ley de Partidos.
8. Recuperar la transversalidad.
9. Recuperar las personas que apoyan el proyecto inicial.
10. Darle a la Asamblea la oportunidad real de decidir sobre lo que le compete.

Sin embargo, modificar todo esto no es posible mediante enmiendas parciales, ya que la mayor parte de estos diez puntos se encuentran distribuidos por toda la extensión del articulado. Tampoco tendría mucho sentido cambiar una cosa sí y otra no, porque el origen de todas ellas es el mismo: la democratización y el respeto del pacto fundacional.

Así, la opción elegida no es una enmienda tibia, de mínimos. Partiendo del esquema de la Ponencia, la Enmienda a la Totalidad del Estatuto ha sido revisada en profundidad, sufriendo (o más bien gozando) grandes cambios. Desde luego, no es la única redacción posible, pero pretende ser fiel a lo que los fundadores pactamos y a la necesidad de un partido muy diferente a los demás.

Los cambios concretos son numerosísimos, pero los más llamativos pueden ser:


    • Restitución de legitimidad: El I Congreso pasaría a llamarse Asamblea Constituyente. A partir de la finalización de la misma, se abre un período de 30 días en que cualquier afiliado que haya causado baja en el partido podrá obtener su readmisión mediante su simple solicitud. Los expedientes en curso y las sanciones disciplinarias quedan sin efecto. Todos los órganos del partido se considerarán "en funciones" y se abstendrán de tomar otras decisiones que las estrictamente imprescindibles para la gestión del partido. Se iniciarán los pasos previstos para la renovación de todos los órganos, incluyendo la convocatoria de la I Asamblea Ordinaria para celebrar antes de 100 días. De forma inmediata, se constituirá un Comité Electoral provisional formado por sorteo ante notario de entre las personas que figuraban como miembros del Consejo Político en la relación de fecha 29-9-2007.


    • Recuperación de la transversalidad: Se incorporan algunos conceptos liberales a los principios y fines del partido. Al adjetivo "progresista" se le añada también "liberal". Entre los fines se añade: "Convertirse en modelo en lo que se refiere a la democracia interna de los partidos políticos…".


    • División de poderes: El Consejo de Dirección pasa a llamarse Comité Ejecutivo, siendo sus funciones las del poder ejecutivo. Las funciones normativas pasan al Consejo Político, donde desaparecen los miembros natos, siendo todos representantes electos. Igualmente sucede con los Compromisarios de la Asamblea. Los órganos de control pasan a ser elegidos totalmente por la Asamblea. Se dota de independencia, incompatibilidad y funciones serias al Comité de Derechos y Deberes, al de Control Económico y al Comité Electoral.


    • Elección de cargos unipersonales, órganos colegiados y elecciones primarias: Los procesos electorales pasan a ser controlados por el Comité Electoral, sin intervención de los órganos salientes a renovar. Se fomentan los debates entre candidaturas. Se aplica la forma de elección directa para el Portavoz y los Coordinadores. Todos los órganos colegiados se eligen por listas abiertas. Se favorece la integración de candidaturas durante el proceso. Se deja abierta en algunos casos la posibilidad de voto electrónico, pero con exigencias concretas de seriedad y seguridad. Se toma en serio la limitación de mandatos. Se evita la subjetividad en la elaboración de candidaturas en los procesos de primarias.


    • Régimen disciplinario: Las competencias disciplinarias, de garantía de derechos y de las buenas prácticas de los cargos públicos pasan al llamado Comité de Derechos y Deberes. Se incorpora textualmente lo indicado en la Ley de Partidos. Se equilibra el régimen de derechos, deberes y faltas, permitiendo el debate y la libertad de expresión y tipificando como faltas los abusos de los dirigentes. La última instancia de apelación es la Asamblea General. Se prohíbe y tipifica la contratación arbitraria de cargos del partido, allegados o sus empresas.


    • Transparencia: Se obliga a publicar y poner a disposición de los afiliados la información sobre cuentas, contratación y retribuciones a cargos. También sobre el número de afiliados.

    Además de todo esto, como nota anecdótica, ha sido eliminada del texto nueve veces la preposición "amén", que pudiera parecer un tanto impropia en un Estatuto laico y siete veces el verbo "ostentar", por haber sido mal utilizado.

    ¿Existe alternativa a la Ponencia?

    La Dirección, al expedientar y suspender de militancia a quienes nos oponemos a su autoritarismo, muestra que no se atreve a confrontar un debate interno. Es nuestro derecho presentar candidaturas y propuestas, pero se nos niega. Después de todo, las razones para elaborar esta enmienda a la totalidad prevalecen sobre el pesimismo ante los actos de persecución y presión de que somos objeto quienes nos oponemos al secuestro del partido por sus dirigentes. Que nadie crea que se trata de un trabajo inútil, fruto de la candidez y de la falta de otras tareas veraniegas mejores. Ni de lo uno, ni de lo otro. Se trata de una necesidad por ética y por coherencia, además de un paso estratégico en la defensa del proyecto común.

    miércoles, 19 de agosto de 2009

    Del Blog de Rosa Díez o “A buenas horas, mangas verdes”


    No es mi costumbre citar blogs de otras personas, pero esta vez voy a hacer una excepción. En el blog de Rosa Díez, la entrada de ayer 18 de agosto, se titula: “A BUENAS HORAS, MANGAS VERDES...” y comienza así: “Dicen que este dicho procede de una afirmación popular que se repetía siempre que llegaba la guardia civil cuando los ladrones ya se habían fugado tras cometer un atraco. Parece que era algo tan habitual que los "mangas verdes" eran saludados frecuentemente de tal manera. Y así quedó para la historia la sentencia con la que se da la bien venida a personas (o iniciativas) que llegan demasiado tarde.”

    Nuevamente he de corregir la información que maneja la Presidenta de UPyD. Desconozco si el error es de su cosecha o de alguno de sus colaboradores y ella lo transmite como bueno. No me voy a referir a algún fallo ortográfico o de puntuación, que los hay, sino a que los “mangas verdes” no son los miembros de la Guardia Civil. La expresión no deriva para nada de ella, ni de su uniforme, ni por supuesto de una supuesta tardanza en acudir cuando se la necesita.
    Existen dos posibles orígenes de la expresión, que datan de los siglos XV y XVI. La mayoría de las opiniones expertas opina que se trata del cuerpo de la Santa Hermandad, creado por los Reyes Católicos y al parecer lento en sus intervenciones. Otra posibilidad apunta al Tercio Viejo de Lombardía, cuyos coseletes (soldados con coraza ligera, también llamada coselete, en el pecho) vestían traje con mangas verdes y que llegaron al parecer tres días tarde al escenario de una batalla cuyo nombre desconozco.
    En cualquier caso, desacertada, innecesaria e inconveniente ha sido la alusión a la Guardia Civil.

    jueves, 13 de agosto de 2009

    La evolución necesaria

    Ha pasado la primera oleada. Los hechos que han venido ocurriendo en nuestro partido han salido a la luz. Los afiliados y simpatizantes ya no tenemos una sola fuente de información, como la que hasta hace poco “vendía la moto” de lo maravillosamente que se estaba haciendo todo. Ahora ya no es posible navegar por encima del bien y del mal, causando estragos entre los afiliados, pero con la etiqueta autoadjudicada de ser la solución a todos los males de nuestra sociedad. Suele decirse que el primer paso para iniciar la curación de muchas enfermedades es conocer su existencia. Ahora toda España sabe que existe una crisis en UPyD. Quienes entienden un partido político como su instrumento de promoción, personal o sectaria, pueden ver en esa publicidad una deslealtad cometida por enemigos. Quienes entendemos los partidos como cauces públicos para la vertebración política creemos que, de lo público y de lo político, públicas han de ser las cuentas. Conste también que la crisis no la ha provocado la afloración de la crítica, sino que ambas son consecuencias de la pésima y a pesar de ello prepotente gestión de la Dirección.
    Hace años que existe demanda social en España de un partido que sirva de cauce, que no de instrumento, a muchos ciudadanos disconformes con el bipartidismo imperfecto, los abusos nacionalistas y la escasa calidad con que se gobierna el Estado. Dicho de otra manera, echamos de menos una mezcla de libertad, progreso y honradez en la gestión de nuestra “Res Pública”. Primero vimos la esperanza de color naranja con Ciudadanos. Después se tornó magenta* con UPyD. Muchos nos ilusionamos y trabajamos por ello. Ahora está llegando el momento de ver si esta última organización va a estar a la altura de lo que se necesita.
    Al margen y en contra de lo que podrían entender los sectarios, entendiendo como sectario lo que dice el diccionario de la RAE en sus dos acepciones: “1. Que profesa y sigue una secta y 2. Secuaz, fanático e intransigente, de un partido o de una idea”, lo importante del partido no es que triunfe por encima de todo, sino que persiga aquella finalidad para la que se concibió y que tanto dicha finalidad como la forma de perseguirla sea legítima. Por eso, visto que su dirección puede estar torcida, es imprescindible solicitar del partido que se enderece, incluso provocarlo. Si ello no fuese posible, para muchos entre quienes me encuentro esta organización habría dejado de tener legitimidad y coherencia, y ya no sería la nuestra. En resumen, en política la lealtad verdadera lo es ante la propia conciencia y ante los ciudadanos a los que se intenta representar y servir.

    La conciencia crítica entre los afiliados por fin existe. Las disconformidades, que antes y aún desgraciadamente ahora se tornan muchas veces en abandonos, ya cristalizan en posiciones colectivas. Se ha pasado de la oscuridad a la luz, de tal forma que podemos saber hacia dónde vamos y decidir si se hace o no. De forma pareja a cómo el siglo de las luces terminó con el absolutismo**, o de cómo la imprenta fue clave en el éxito de las herejías de Lutero***, la información y la comunicación han venido para quedarse. Este proceso, del que hemos asistido ya al inicio, tendrá un punto de inflexión. Si el “aparato” intenta legitimar su línea, camuflando o incluso disfrazando como pueda un congreso previamente capado, UPyD estará perdido y muchos perderemos el interés y el cariño por él. Sin embargo, aún puede realizarse un verdadero Congreso Constituyente plenamente democrático. Para ello, entre otras cosas, habría que revocar el actual reglamento Congresual, dejar sin efecto los ceses, las designaciones y los expedientes arbitrarios, permitir el regreso de quienes se fueron hastiados y después de todo ello abrir un verdadero período de debate democrático, incluidas las elecciones internas, bajo el control de órganos independientes y garantistas, no de un aparato viciado y sumisamente sectario.

    Retomando la existencia de la demanda social antes mencionada y la gran cantidad de personas que se han involucrado en lo que primero fue el espíritu del Tivoli y luego el Manifiesto de UPyD, no procede dejar pasar el tiempo esperando un cambio que no llega por sí solo, ni tampoco malemplearlo en esfuerzos estériles. También sería una lástima dar por perdido ese tiempo y ese capital humano y político. Yo no pienso hacerlo y sugiero a quienes compartan esos ideales que tampoco lo hagan.

    Intentar reconducir UPyD, no de una forma ilusa sino coherente, es difícil pero necesario. Tanto si se consigue como si no, no será esfuerzo perdido. Hasta el momento, lo que está sucediendo era lo previsible con la información de que se disponía. No creo que los reaccionarios puedan decir lo mismo. Veremos lo que el futuro nos depara o, mejor dicho, trabajemos para un futuro mejor, lo que tal y como están las cosas no es pedir demasiado.


    (*) Recuerdo que dijo Rosa Díez, cuando la fundación de UPyD, que el magenta era un color puro y primario. En ese momento tuve el buen gusto de no contradecirla, ni pública ni privadamente. Sin embargo, los colores primarios son el rojo, el verde y el azul, que por síntesis aditiva, o sea sumando, permiten componer todos los visibles. El modelo de color se define así técnicamente como RGB, del inglés red, green, blue. El magenta es la suma del rojo y el azul y, junto con el amarillo y el cian, permite formar los demás colores por síntesis sustractiva, esto es restando de la luz blanca mediante tintes o filtros. En el caso de la imprenta suele añadirse el negro, no por necesidad teórica sino por la imperfección de los propios tintes, llamándose entonces el modelo CMYK. Supongo que el problema deriva de haber repetido lo que algún “colaborador cualificado” le diría sin realmente entenderlo. Ahora, tanto en lo organizativo como en lo jurídico, toca desenmascarar también a los colaboradores que pueden llevar este proyecto a la ruina.
    (**) Existía una Teoría del origen divino del poder (basada en el evangelio de San Juan Jn 19, 1 y recogida entre otros por el Papa León XIII, en su encíclica Diuturnum illud, sobre la autoridad política, junio 1881), según la cuál los gobernantes recibían la legitimidad para el ejercicio del poder directamente de Dios. Además del origen “divino directo”, para justificar la dulcificación de las monarquías supervivientes, se acuñó la teoría del origen del poder “divino indirecto”, por la que tanto el origen era el mismo (Dios) como el destinatario (el monarca o gobernante), pero en ese camino pasaba, sin detenerse claro está, por el pueblo. El régimen de Franco, por ejemplo, decía considerarlo así. Nada diferente de los actuales populismos, tanto a nivel de estados como de partidos.
    (***) Hay que reconocer lo acertado de Savater al traer a colación las herejías y considerarlas necesarias en política. Resultan llamativos los múltiples paralelismos, como por ejemplo entre la colocación de las 95 tesis en la puerta de la iglesia del castillo de Wittenberg y la de los documentos de los “herejes” de estanoeslawebdeupyd. También las excomuniones (que no son otra cosa que expulsiones del seno de la Iglesia), los inquisidores (cabe recordar aquí la existencia de un personaje de escasa talla política pero así apodado por su conducta desde tiempo atrás), etc. Esperemos que no lleguen las hogueras y el cisma.

    jueves, 30 de julio de 2009

    Carta abierta a Francisco Sosa Wagner

    Estimado Sr. Sosa:
    He leído un escrito suyo donde presta atención a lo que usted llama “turbulencias en el seno de UPyD”. Le adelanto que soy uno de los expedientados por la Dirección del partido y que observo en su intervención una profunda carencia de información acerca de lo que está sucediendo.
    En primer lugar, le agradezco la moderación del tono que utiliza. Sepa que no es esa la norma con que estamos siendo tratados quienes hemos tenido la osadía de expresar nuestra disconformidad. Al contrario, hemos cosechado acusaciones de todo tipo, desde estar pagados por enemigos de UPyD, hasta la habitual y manida de buscar nuestra promoción personal, pasando por muchas otras. Tampoco hemos salido libres de insultos, que prefiero no reproducir. Toda esta cosecha procede de personas que forman parte de la Dirección del partido o que se muestran afines a ella.
    En mi caso concreto, no he acusado a Rosa Díez de personalista. Esto por sí solo no significaría un grave problema. Creo que la consolidación de UPyD y el éxito de su proyecto político pasa por superar la unipersonalidad del partido, pero no voy a hablarle de eso ahora. Me centraré en la falta de democracia interna, que como usted dice es algo mucho más serio. Aquí comienzan nuestros desacuerdos importantes. Usted dice que se trata de una generalidad inconcreta. Por el contrario, la cantidad y la fiabilidad de los datos que existen en ese sentido son abrumadoras. Voy a darle algunos, sin posibilidad de ser exhaustivo porque rebasaría la longitud razonable para esta carta.
    Comenzaré por dos que le atañen a usted, lo que hará más sencillo que pueda confirmarlos. El 25 de mayo, en una entrevista en Diario Siglo XXI, usted decía acerca de la confección de la lista de UPyD a las elecciones europeas: “La elección de candidatos se ha hecho por las distintas agrupaciones del partido de la manera más absolutamente democrática, teniendo en cuenta que se trata todavía de un partido político pequeño y con pocos afiliados.” Pues bien, he de decirle que eso es rigurosamente falso. No digo con ello que usted mintiese, pero sospecho que alguien le mintió a usted. Las agrupaciones no han tenido absolutamente ningún papel en la confección de la lista. Como casi todo, ha sido elaborada por el Consejo de Dirección. Si no me cree, puedo facilitarle el correo, remitido por el propio Consejo, que recibimos todos los afiliados en este sentido. Esto en cuanto a los puestos del segundo hasta el final. La designación del primero de la lista, usted, incluye hasta una significativa anécdota. La forma en que nos enteramos fue pintoresca, a través de la prensa. Un día, meses atrás, uno de los Coordinadores provinciales recibió la llamada de un periodista pidiéndole que comentara la decisión de UPyD de llevar a Francisco Sosa Wagner en primera posición a las elecciones europeas. Ese compañero, que como todos los demás no sabía nada del asunto, tuvo reflejos para dar una excusa, colgar el teléfono, llamar a la Dirección y devolver la llamada. Aún así, los afiliados en general siguieron sin saberlo. Un tiempo después, con su designación ya publicada por toda la prensa nacional, fue sometida a refrendo en el Consejo Político. No había alternativa ni opción.
    En cuanto al talante de la gestión interna, sepa que se utilizan los expedientes disciplinarios de forma discrecional y arbitraria. Ya me disculpará que lo repita, pero me gusta poner como ejemplo, por lo ridículo y significativo, el del afiliado octogenario residente en Brasil cuya mayor falta conocida consiste en ser el padre de otra afiliada también expedientada. En general los expedientes que conozco (y son muchos) no resisten el más mínimo análisis jurídico. Ni se corresponden con hechos sancionables, ni se ha respetado el procedimiento en su tramitación. Comprenderá que esto no puedo demostrárselo en este escrito, pero si dispone de tiempo y lo desea, no dude que se lo podremos mostrar sin lugar a dudas. En cualquier caso, por vía interna o externa, verá como nos terminan dando la razón.
    Sin embargo, lo que más me preocupa es el modelo organizativo que la Dirección propone, así como los medios que está empleando para conseguir que el primer Congreso se limite a su aprobación plebiscitaria. Le sugiero la lectura crítica del Reglamento del Congreso. Como ejemplo le indico que la Mesa del Congreso se elegirá por listas cerradas y bloqueadas. Quien sepa lo que es una Asamblea General de un partido, sabrá las posibles causas y las probables consecuencias de algo tan inusual. Pero hay mucho más. En esto, le sugiero la lectura de los análisis y comentarios que vamos a ir desgranando en http://estanoeslawebdeupyd.blogspot.com.
    En cuanto al debate interno, simplemente no existe, excepción hecha de un grupo de personas seleccionadas digitalmente (usted ya me entiende) y que por lo tanto no representan a nadie ni tienen mayor legitimidad que otros. Pero aún ellos no debaten gran cosa, ya que las decisiones políticas son tomadas de forma prácticamente unipersonal, como por ejemplo la de la abstención en la votación de la mesa del Parlamento Vasco y muchas otras que sería prolijo enumerar.
    Pero lo que es un escándalo político sin precedentes es suspender de militancia y preparar la expulsión de las personas identificadas como oposición interna, ante la proximidad de un congreso. Esto no se ha atrevido a hacerlo ningún partido en los 30 años que llevamos de democracia. Esto es lo que está haciendo la Dirección de UPyD. A mí me da, entre otras cosas, vergüenza ajena. ¿Y a usted?
    Un respetuoso saludo
    Javier Carroquino Oñate

    miércoles, 15 de julio de 2009

    Carta abierta a Albert Boadella

    Estimado Sr. Boadella:
    No sé si sabrá que participo, junto con otros compañeros, en una iniciativa crítica hacia la gestión interna de UPyD y sobre todo hacia el modelo organizativo al que se está encaminando por obra de su Dirección. He leído un breve escrito suyo y algunas declaraciones en que usted descalifica de forma genérica a quienes ejercemos esa crítica dentro del partido. Ambas intervenciones están siendo utilizadas por la Dirección para justificar la represión de que estamos siendo objeto. Por ello, me veo en la necesidad de escribirle y de hacerlo de forma pública.
    Cuando se estaba gestando este partido, sentí gran satisfacción por su presencia y disfruté con sus intervenciones en algunos actos. Llegué incluso a enorgullecerme de formar parte con usted de la lista de fundadores y del Consejo Político que se creó. Ahora, he de reconocer que ha sido triste para mí su posicionamiento, en tanto que supone una descalificación de la actitud crítica que muchos mantenemos. No sé si era su intención referirse a nosotros, ya que simultáneamente ha habido otras actitudes también críticas y también públicas, pero de personas que han decidido abandonar el partido. En uno u otro caso, me parece buena ocasión para referirme a este asunto.
    Comprendo perfectamente que usted conozca a los máximos dirigentes del partido, que pueda sentir simpatía o incluso unirle con ellos una amistad. También es lógico que desee lo mejor para una formación política que, supongo que tanto a su criterio como al mío, resulta conveniente o más bien higiénicamente necesaria en España. Sin embargo, le aseguro que las personas que nos hemos unido a las críticas conocemos mejor que nadie lo que está sucediendo en el interior de la organización. Alguno de nosotros ha participado en el Consejo de Dirección, varios hemos sido Coordinadores Territoriales o Provinciales, miembros del Consejo Político y también afiliados de base. Hemos participado en las actividades del partido a todos los niveles, incluido el día a día de las agrupaciones a las que pertenecemos. Desafortunadamente para nosotros, usted dejó muy pronto de asistir a las reuniones del Consejo Político y no ha tenido trato directo con los afiliados en el seno de una agrupación. Digo desafortunadamente por al menos dos razones. Una de ellas es que así conocería, como nosotros, las realidades de que hablamos. Otra es, permítame que lo suponga, que creo que se habría opuesto a lo mismo que nosotros nos oponemos.
    Comprendo también que considere posible que algunas personas actúen movidas por intereses externos, opuestos y malintencionados. Sin embargo, he de decirle que no acepto que nadie atribuya a mis actos esa causalidad, ya que no es cierta. Se trataría de un juicio de intenciones, sin ningún sustento real, dado que ninguna prueba puede haber de aquello que es falso.
    Cierto es que a muchos nos gustaría que se sumase a nuestra voz, pero nunca se lo pediríamos de forma incondicional, sino siempre sometida al conocimiento y valoración previos de la información que podríamos aportarle. ¿Ha leído usted los documentos que elabora la Dirección? ¿Sabe cómo se han efectuado las purgas? ¿Ha hablado con una sola persona de las poquísimas que han sido elegidas democrátimente para un cargo en UPyD? Solamente como botón de muestra y por lo grotesco que resulta, le diré que la Dirección de nuestro partido ha expedientado a un afiliado octogenario, residente en Brasil, cuya falta mayor que conocemos consiste en ser el padre de otra afiliada también expedientada. En cuanto a la razón por la que nos gustaría contar con usted, guarda mucha más relación con lo que le he comentado que sentimos al verle en los inicios del partido, que con la cantidad de espacio en los medios que pudiera proporcionarnos, ya que de esto último se puede comprobar que no andamos precisamente escasos. Eso sí, seguramente usted conseguiría que las personas que dirigen el partido cogieran el teléfono si les llamase, cosa que hemos de reconocer que no está a nuestro alcance desde hace meses.
    En resumen, es usted muy dueño de mostrar su adhesión incondicional a un líder, respaldando hasta las acciones que sus acólitos cometan o incluso perpetren, sin tener conocimiento de las mismas. Permítame sin embargo criticar que lo haga, aunque voy a tener el buen gusto de no establecer comparaciones con casos presentes o pasados donde esa clase de adhesiones políticas fueron perniciosas. Más me sorprende que una persona, que ha sufrido por culpa de un ejercicio autoritario y doctrinario del poder, utilice su crédito social para dar respaldo a un poder ejercido de esa misma manera. Reitero además lo inaceptable de que descalifique a quienes fuimos como usted fundadores de UPyD y de que haga juicios de intenciones tan atrevidos como desacertados. Uno de los precios de estar en el Olimpo consiste en no conocer de cerca los asuntos terrenales. Para el éxito del proyecto inicial que usted y yo compartimos, es lícito y ahora imprescindible ejercer la crítica.
    Acerca del consejo que usted da de cortar esto de raíz, no le quepa duda de que la Dirección lo está llevando a cabo desde hace tiempo. Tan profundamente que el campo puede quedar yermo.
    Un respetuoso saludo

    lunes, 6 de julio de 2009

    Comunicado ante los expedientes de expulsión

    Este es el comunicado expuesto en http://estanoeslawebdeupyd.blogspot.com :
    Varios de los participantes en esta iniciativa estamos recibiendo comunicaciones del Consejo de Dirección de UPyD, donde se nos comunica la apertura de un expediente disciplinario, la suspensión de militancia y la posible expulsión del partido. Una de las causas argumentadas es la existencia de esta página web.
    En primer lugar, queremos dejar constancia de que ni en las normas y estatutos de UPyD ni en la legalidad vigente existe precepto alguno que hayamos infringido, ni sustento justo para iniciar contra nosotros acciones sancionadoras colectivas. Podrá gustar más o menos nuestra actuación, pero se ajusta plenamente al ejercicio legítimo de nuestros derechos y debe ser por lo tanto respetada. Estamos en condiciones de desmontar todos y cada uno de los argumentos que la Dirección utiliza para arremeter contra nosotros, y así lo haremos. Sin embargo, la intención de este escrito no es defendernos de esas falacias mal hilvanadas, sino mostrar nuestra posición.
    Entre nosotros hay cierta perplejidad. Sabíamos que no es del gusto de la Dirección que nadie tenga opinión propia y menos aún que la manifieste a otros. Teníamos conocimiento de la utilización de los expedientes de forma discrecional e injustificada. Aún así, estamos sorprendidos por la irresponsabilidad cometida. A no ser que estuviese terriblemente mal asesorado, el Consejo de Dirección debería saber que no existe causa justa para actuar contra nosotros y contra muchos otros compañeros contra los que ha actuado. Sabemos que se esperaba que la carta con el ultimátum que nos dirigió el Responsable de Organización fuese eficaz. Hasta hace poco, la táctica del amedrentamiento puede haber dado resultados. Ahora ya no es así.
    Había habido un goteo permanente de hechos que no nos gustaban. Sin embargo, la casi total ausencia de comunicación interna y nuestra propia ilusión retrasaron la pérdida de la confianza. El contenido del Reglamento del primer Congreso y la reacción ante quienes pedimos su modificación resultó el test definitivo que nos hizo salir de dudas: nuestro partido está siendo gestionado internamente de forma personalista, autoritaria, oscurantista, contraria a lo pactado por el grupo fundador en el Manifiesto Fundacional y, lo que es peor, las acciones de la actual Dirección se encaminan a perpetuar esto en el próximo primer Congreso. A partir de esa convicción, unos pocos compañeros optamos por defender nuestras opiniones en lugar de abandonar. Eso nos unió e hizo que descubriésemos que ni estábamos solos, ni éramos pocos, sino que existía una necesidad real de comunicación. Por mucho que se nos suspenda de militancia no vamos a cerrar la web. Ese medio de comunicación seguirá existiendo. Además, las personas que apoyan esta iniciativa son muchas más que aquellas cuyos nombres aparecen aquí. Se dice una y otra vez por los medios “oficiales” del partido que nuestra intención es promocionarnos personalmente como candidatos. Ahora podrán comprobar que no es así. Aunque nos impidan presentarnos a los expedientados, otras personas podrán hacerlo con idénticas propuestas. ¿Los expedientarán también?
    Por otra parte, queremos llamar la atención acerca de los perjuicios que la Dirección está causando y puede causar al conjunto del partido. Además del reguero de descontento interno que está sembrando por doquier, en este caso concreto está comprometiendo la imagen de UPyD. La dirección de un partido político no puede expulsar a los críticos por el hecho de serlo. Que nadie nos diga que debemos mentir ni ocultar la verdad por el bien del partido. No hay que confundir el bien de una organización con la impunidad de sus dirigentes. El daño precisamente lo pueden causar las irresponsabilidades de éstos.
    Vamos a continuar con nuestra iniciativa, abierta como hasta ahora a las incorporaciones de quienes la crean necesaria. Vamos a incrementar la comunicación. Vamos a defender nuestros derechos en el ámbito jurídico. La capacidad de los dirigentes de nuestro partido para evitarlo es nula. Sin embargo, como siempre hemos dicho, estamos abiertos al diálogo. Tanto si nuestra Dirección recapacita y renace en ella el respeto por la pluralidad y la democracia interna, como si constata que jurídicamente no se tiene en pie su proceder.
    Nos gustaría que el conocimiento de este desagradable episodio, como tantos otros pasados, presentes y previsiblemente futuros, sirviese para que el conjunto de nuestro partido reaccionara consecuentemente con las ideas de regeneración democrática que inspiraron su nacimiento y le granjearon el apoyo de muchas personas de buena fe.

    miércoles, 1 de julio de 2009

    El horizonte temporal de UPyD

    Han sido varias las veces que he escuchado de Rosa que nuestro partido tiene “fecha de caducidad”. No ha sido una confidencia, sino expresado ante decenas de personas. La primera vez que lo oí no le di mayor importancia, pero al repetirse, la última vez el 28 de marzo, me dio qué pensar. ¿Por qué? ¿Qué se puede deducir de esa afirmación?
    Como primera opción, cabría pensar que nuestro partido existe para regenerar la democracia y que, una vez que se haya conseguido esto, debería desaparecer y dejar libre el camino a los partidos preexistentes. En principio no es una mala idea, pero no resiste un análisis en profundidad. La regeneración de la democracia no es un proceso de manos limpias, pasado el cual podemos irnos todos a nuestra casa. Los ciudadanos siempre debemos ser vigilantes y aún más, activos defensores de la limpieza, sensatez y legitimidad en la acción política. Si UPyD acomete esa función, la prudencia y la lógica aconsejarán su permanencia y no su desaparición.
    Si la caducidad de UPyD se deriva de que es un partido instrumental, creado para cumplir una determinada función transitoria o para obtener un determinado fin, creo que es exigible conocer de qué finalidad se trata. Así deberíamos haberlo sabido todos desde el principio, para tomar la decisión de embarcarnos o no en una nave con destino concreto. Especialmente si ese destino fuese la disolución dentro del mapa político preexistente.
    Sin embargo, por encima de cualesquiera otra consideraciones, al ser UPyD un partido político y estar formado por miles de personas, las decisiones acerca de sus fines y de su posible caducidad corresponden a la Asamblea General de Afiliados. No es de recibo, ni es legítimo, que un grupo fundador marque una finalidad y una fecha de caducidad a un partido político, sin dar cuenta de ello y sin obtener el refrendo explícito de la Asamblea, que debería colocarlo incluso en los propios estatutos. Pero es que incluso el grupo fundador, al cual pertenezco, no tomó ninguna decisión al respecto. ¿Por qué dice eso Rosa? ¿Se trata de su opinión personal o toda la Dirección la comparte? ¿Tiene algo que ver con el monolitismo que se nos impone desde arriba? Tal vez deba ser una de las cuestiones a refrendar o reconsiderar en el próximo Congreso.
    Por mi parte, creo que la misión de UPyD trasciende la de ser un partido con un fin temporal y por tanto con fecha de caducidad. El bipartidismo que tenemos en España hace que ambos partidos mayoritarios se vean entre sí como el enemigo a batir, ya que el triunfo de uno es siempre en detrimento del otro. Así, se crea un sectarismo que impide que ambos partidos puedan llegar a acuerdos cuando son necesarios por el bien común. La existencia a largo plazo de un tercer partido nacional rompería esta insana situación. Serían posibles coaliciones de dos entre tres, de tal forma que la cultura política del diálogo se impondría a la del sectarismo actual. UPyD podría ponerse como objetivo ser ese tercer partido. De hecho, si nos creemos nuestras continuas reivindicaciones de la transversalidad, esa es la vía natural, lógica y deseable. Y para ello es imprescindible la pluralidad y la democracia interna.

    lunes, 22 de junio de 2009

    Juicios de intenciones

    Nuestra iniciativa está siendo objeto de juicios de intención diversos. No son necesarias especulaciones, nuevamente lo podemos aclarar.

    El correo enviado por el Responsable de Organización atribuye la de “proclamarse y promocionarse como candidatos en el futuro Congreso”. Sí así fuera sería completamente legítimo, pero no es esa nuestra intención, como cualquier observador inteligente notará enseguida. Tal como está siendo gestionado el partido internamente, ejercer la crítica, por muy leal y constructivamente que se haga, es garantía de problemas. Difícil camino habríamos elegido para la promoción personal. La prueba de ello es la airada respuesta que hemos cosechado de la dirección. Nos trata como si fuésemos enemigos, cuando lo que somos es compañeros. Tan miembros de UPyD como ellos. Muchos de nosotros desde el mismo día que ellos. Lo que deseamos es que la primera Asamblea General de Afiliados pueda decidir de verdad sobre lo que le compete. Para eso tienen que existir comunicación, información y debate. Nuestra posible presentación de candidaturas será una herramienta para que existan. No queremos que se haga un paquete con nuestra líder, sus personas de confianza, las ponencias redactadas por ellos y todo se limite a un plebiscito donde los afiliados tengamos que decir a todo que sí. Más aún cuando la gestión que se está practicando ahora y preparando para elevar a definitiva son muy diferentes de nuestro compromiso fundacional. Estamos preocupados y vamos a defender lo que creemos mejor para nuestro partido: la coherencia con las premisas fundacionales y con nuestro discurso de regeneración democrática. Obviamente estamos en nuestro derecho. Algunos pensamos que tal vez incluso en nuestra obligación.

    Puede haber quienes digan que nuestra actitud debería ser el abandono. Unos dirían que para no perjudicar. ¿Perjudicar? Tal vez así sería si formásemos parte de un ejército, allí donde las órdenes no se discuten y se contempla la expulsión por fusilamiento en caso de guerra. Pero estamos en un partido político. Quien no entienda que la democracia interna hace fuerte a un partido, que sepa que además es exigida por la Ley. ¿Quién lo perjudicaría? ¿El que ejerce sus derechos democráticos o el que impide hacerlo?

    Quiero desmentir también expresamente que nuestra intención sea ni fundar otro partido ni pasar a uno ya existente. En mi caso concreto, son varios los que se han dirigido a mí por si lo deseo. Pero es que nuestro partido es UPyD. No por una adhesión ciega sino porque suscribimos el Manifiesto Fundacional. Tampoco creo que sea acertado decir que, por ejemplo, un liberal no puede estar en UPyD. Sé que hay otras organizaciones que quieren nacer o consolidarse en esa línea ideológica, lo que es muy respetable e incluso deseable. Sin embargo, mientras el Manifiesto Fundacional de UPyD sea respetado (y sólo tiene derecho a romperlo la Asamblea), la transversalidad es posible. Si en esa primera Asamblea nos dotamos de una estructura interna democrática, aunque no nos guste lo que haya hecho la Dirección por el camino, no habrá entonces razón alguna para abandonarlo, ni para que nadie nos diga a ninguno de nosotros que deberíamos irnos.

    En resumen, ni tenemos intención de abandonar ahora UPyD ni de perjudicarlo, porque es nuestro partido.

    http://estanoeslawebdeupyd.blogspot.com

    viernes, 19 de junio de 2009

    Entrevistado por Almudena Negro para España Liberal

    "Es fácil autodenominarse demócrata, pero casi ningún dirigente se atreve a utilizar esa misma democracia dentro de su partido"
    "Ha habido otros ceses y expedientes que no han salido a la luz y también demasiados abandonos voluntarios por desilusión o desencanto"
    "No estamos para nada solos y menos lo estaremos a medida que la información y el debate interno fluyan"
    (Almudena Negro) Javier Carroquino, quien fuera coordinador de UPyD en Aragón expedientado por la dirección de UPyD después de haber presentado una enmienda a la totalidad al Reglamento por el cual se regirá el I Congreso de la formación que lidera Rosa Díez, forma parte del grupo de militantes de UPyD que, desde todos los rincones de España, han decidido presentar una candidatura en dicho Congreso, que tendrá lugar el próximo mes de octubre. Candidatura alternativa a la de Rosa Díez de la cual forman parte miembros del actual Consejo Político del partido. También figuran en la misma ex-Ciudadanos. Entre ellos Sandalio del Río, quien fuera mano derecha del diputado del parlamento catalán, antes por Ciutadans, ahora por libre , Antonio Robles.

    A.N. Se acaban de celebrar unas elecciones europeas en las que UpyD ha conseguido entrar, con un solo diputado, en la Eurocámara. ¿Está este resultado a la altura de las expectativas que se tenían hace unos meses o considera usted que es un resultado insuficiente? ¿No es cierto que esperaban ser tercera fuerza nacional y que no ha podido ser?

    J.C. Los resultados de nuestro partido han sido muy buenos. Además del fuerte crecimiento en número de votos, hemos entrado en el Parlamento Europeo. Ya cualquier análisis o comentario político que se haga en España tiene que considerar a UPyD como una opción seria.

    Han pasado los tiempos en que se nos podía ignorar en los medios de comunicación. Los ciudadanos nos están conociendo y cada vez más saben que somos una alternativa para otorgarnos su confianza.
    Estar satisfechos por el éxito no debe evitar que analicemos lo que se hubiera podido mejorar. Nuestros resultados en Cataluña están muy por debajo del resto de España y eso que allí la presión nacionalista es alta y pone en especial valor nuestras propuestas, como la de libertad lingüística. También es significativo el resultado en el País Vasco, donde hemos tenido menos votos que en las autonómicas. Posiblemente la abstención de nuestro partido en la elección de la popular Arancha Quiroga como presidenta del Parlamento Vasco no ha sido bien vista por los electores. Personalmente creo que deberíamos haber votado a favor. En todo caso, deberíamos haberlo explicado días antes de la votación.

    A.N. ¿Por qué han tomado ustedes la decisión de presentarse?
    J.C. Cuando decidimos participar en UPyD, unos desde antes de su fundación y otros posteriormente, no sólo lo hacíamos para lanzar al electorado unas propuestas políticas diferentes y regeneradoras. Los partidos son el medio de participación de los ciudadanos, y los que teníamos en España no nos parecía que cumpliesen bien esa misión, debido a su decepcionante funcionamiento interno. Es fácil autodenominarse demócrata, pero casi ningún dirigente se atreve a utilizar esa misma democracia dentro de su partido. En UPyD dijimos que íbamos a cambiar eso. El grupo de personas que hemos tomado la iniciativa, más que presentarnos a nosotros mismos queremos presentar nuestras opiniones. De cara a la primera Asamblea General de afiliados, donde se decidirán los Estatutos y la forma que tendrá nuestro partido, queremos que se tome conciencia de que la organización interna plenamente democrática es la única coherente con nuestro proyecto político. Sólo así podremos presumir de ser un “Partido nuevo”. También pensamos que la organización democrática, que en todo caso es irrenunciable, no está reñida con la eficacia electoral. El caso es que la gestión interna no es así hasta ahora y tenemos la convicción de que lo que se está preparando por parte de la actual Dirección no va en esa línea. Por eso nos presentamos, para poner este debate sobre la mesa de tal forma que llegue a todos los afiliados antes de la Asamblea.

    A.N. Usted fue cesado y expedientado por la dirección de UpyD pocos días después de haber presentado una enmienda a la totalidad del Reglamento por el cual se regirá el Congreso. En dicha enmienda usted reclamaba poder elegir a la dirección del partido en listas abiertas ¿Hay relación entre ambos hechos?
    J.C. Hay muchos indicios que apuntan en esa dirección: entre otros la secuencia temporal en que se produjeron y la falsedad de la causa que se argumentó oficialmente para el cese. Pero más que mi cese nos preocupa que ha habido otros ceses y expedientes que no han salido a la luz y también demasiados abandonos voluntarios por desilusión o desencanto.
    Quiero decir también que la enmienda contenía muchas más cosas que las listas abiertas, todas ellas en el sentido de implantar la democracia interna. También evitaba entrar en asuntos impropios de un reglamento congresual, cosa que el propuesto por la Dirección sí que hacia condicionando ya las decisiones que sólo competen a la Asamblea. La intransigencia de la Dirección en todo esto fue lo que desbordó el vaso, haciendo que una serie de personas individuales que estábamos ya preocupadas viéramos necesario un posicionamiento colectivo.

    A.N. ¿Cómo es posible que en dos años de vida UpyD no haya celebrado hasta el momento un Congreso?
    J.C. Se nos pidió por parte de la Dirección un paréntesis en que la confianza iba a ser la principal fuente de legitimidad, hasta la plena formalización democrática en el primer Congreso. Decidimos confiar. Ahora ya se ha convocado el Congreso y no hay procesos electorales que aconsejen aparcar o demorar los debates.

    A.N. ¿Qué proponen ustedes para la joven formación magenta que no propone Rosa Díez?
    J.C. Lo mismo que UPyD ha defendido públicamente desde su inicio, aplicado a su propia organización. Por ejemplo:
    • Elección directa del líder o la líder del partido, como cargo unipersonal.
    • Elección de los órganos de Dirección mediante listas abiertas.
    • Separación de poderes, incompatibilidades y mecanismos de control internos.
    • Adopción de posiciones colectivas mediante el debate y el diálogo.
    • Que quepa en nuestra organización todo aquel que comparta los principios básicos.
    • Que los expedientes y las designaciones arbitrarias no sean recurso común.
    • Favorecer la comunicación entre los afiliados.

    A.N. ¿Creen que su candidatura tiene opciones reales de alzarse con la victoria en octubre?
    J.C. Tal como está el reglamento del Congreso, las candidaturas que apoye Rosa Díez tienen una enorme ventaja sobre cualquier otra. Puede suceder lo mismo que sucedió en la votación del Reglamento en el Consejo Político, que se trate de un plebiscito sobre una sola persona, independientemente de quienes conformen la lista y, lo que es más grave, de lo acertado de las propuestas que se defiendan. Pero es que el éxito que queremos alcanzar no es el de ser elegidos en detrimento de otros, ni mucho menos desbancar a Rosa Díez de su liderazgo. Igual que UPyD ya está consiguiendo que cambien las cosas en la política española sin haber ganado las elecciones, nosotros podemos conseguir ejercer una influencia positiva en nuestra organización. Además, sabemos que una gran parte de nuestros compañeros comparten nuestras propuestas. No estamos para nada solos y menos lo estaremos a medida que la información y el debate interno fluyan.

    A.N. ¿Saben que podrían no ser la única lista alternativa para el Congreso de octubre? Si así fuera, ¿estarían ustedes dispuestos a llegar a acuerdos con otras candidaturas?
    J.C. Sabemos desde hace tiempo que existen esos movimientos. Pudiera ser que cristalizase en otra candidatura, pero tampoco nos extrañaría que no fuese así, al menos a nivel nacional. Por supuesto que estamos dispuestos a dialogar con cualesquiera de nuestro partido, tanto sean parte de otra candidatura, de la Dirección o afiliados de base. Por cierto, antes de presentarnos, el día de reflexión de las elecciones europeas, llamé por teléfono a Rosa Díez y al saltar el contestador le dejé mensaje por si decidía contestar la llamada. Nosotros nunca nos cerraremos al diálogo. Pero quien nos llame ha de saber que nuestras candidaturas son más de propuestas organizativas que de personas concretas.

    A.N. Finalmente, ¿hacia dónde cree usted que debería orientar sus políticas UpyD para convertirse en una verdadera fuerza nacional con capacidad para ejercer como bisagra entre los dos grandes partidos?
    J.C. No me gusta el bipartidismo, porque hace que los dos grandes partidos se vean el uno al otro como el enemigo a batir y eso dificulta que puedan colaborar cuando es necesario. La existencia de un tercer gran partido que permitiese configurar gobiernos con dos de los tres sería una buena noticia que rompería el mito de las dos Españas y el sectarismo que ahora impera. En mi opinión, la política de un partido moderno debe tener dos ejes principales. Uno es la defensa de la libertad individual. El otro es la política social, que implica la defensa de un Estado que, pese a ser austero y poco intervencionista, garantice la seguridad, la justicia y las reglas de la convivencia. En la situación actual, esto se traduce entre otras cosas en:
    • Defensa de la libertad lingüística y respeto por la lengua común.
    • Igualdad de derechos y obligaciones de los españoles en todas las CCAA.
    • División e independencia de poderes.
    • Evitar la intervención de los poderes públicos en asuntos identitarios.
    • Reducir el gasto, pero mantener la inversión en infraestructuras. No aumentar los impuestos.
    • Mejorar el trato a las PYME.
    En todo caso, el Manifiesto Fundacional de UPyD está plenamente vigente.

    lunes, 15 de junio de 2009

    Presentaremos candidaturas

    La Asamblea General de afiliados ha de ser, por imperativo legal, el órgano superior de gobierno de cualquier partido político. En UPyD se reunirá por primera vez el próximo mes de noviembre. Hasta entonces, nuestras normas internas, incluidos los Estatutos, son provisionales ya que no proceden de la decisión soberana de la Asamblea. Así, el rumbo y la forma que tomará a largo plazo nuestro partido deberemos decidirlo los afiliados dentro de unos pocos meses.

    Diversas personas que hemos tenido la oportunidad de participar a todos los niveles en la incipiente vida de UPyD, desde su embrión (Plataforma Pro), su fundación y su crecimiento, hemos sido testigos de una serie de situaciones que nos preocupan. En general y sólo con algunas excepciones puntuales, estamos de acuerdo con la línea política seguida. Suscribimos y seguimos apoyando el Manifiesto Fundacional. Lo que sí nos preocupa es cómo se ejerce la organización y la gestión interna, de forma autoritaria y con ausencia de comunicación. Pero esto, que ya en sí mismo es importante, no es lo más grave. La forma en que se prepara la ya citada Asamblea General, recogida en su Reglamento recientemente presentado, apunta a que las decisiones que a ella corresponden están tomadas previamente. Si así sucediese, el conjunto de los afiliados constituido en Asamblea de delegados, no tendría más posibilidad real que aprobar lo ya decidido en otras instancias. Además, el sentido de esas decisiones provoca una absoluta concentración de poder, se prima la existencia de un “aparato” y la ausencia de pluralidad.

    Así, tememos que nuestro partido pueda convertirse en “uno más” y esa ausencia de democracia interna resulte incoherente con lo que nos impulsó a participar en su creación y con sus ideas fundacionales. Desgraciadamente, ante esa perspectiva ya han sido demasiados los compañeros que han decidido abandonarlo.

    Por todo lo anterior, creemos conveniente aportar nuestra visión ante los afiliados, a los efectos de favorecer la pluralidad y sobre todo el diálogo interno, para que se llegue a la Asamblea con la información y el debate de los que ahora se carece. Entre las herramientas que vamos a utilizar para ello están la comunicación y el diálogo, pero también la presentación de candidaturas a los órganos del partido, como el Consejo de Dirección, la Comisión de Garantías, la Comisión de Finanzas y la Comisión Electoral. Quede claro que el objetivo no es el enfrentamiento con las previsibles candidaturas “oficiales” sino todo lo contrario: provocar el diálogo en ellas y ante los afiliados, en la confianza de que puede ser fuente de fertilidad. Creemos también que así aportamos pluralidad y democracia interna al partido. Desde ahora hasta las fechas de la Asamblea, no hay campañas electorales que sirvan de excusa para aparcar o evitar el necesario diálogo y el debate interno.

    Algunas de las personas que formarán parte de las candidaturas que vamos a presentar ya hacen público su nombre. Son, por orden alfabético de sus apellidos:

    Miguel Álvarez Aladán
    Rodolfo Angelina Gil
    Miguel Baños Martínez
    Javier Carroquino Oñate
    Miguel Ángel Castilla Ibáñez
    Juan Espino Sánchez
    Fernando García Martín
    Pilar García Jáuregui
    José Ignacio Gómez Arroyo
    Gerardo Hernández Les
    Silvia Hierro González
    Manuel Pérez Blanco
    Sandalio del Río Ruipérez
    Javier Velasco Oliaga


    Otras prefieren mantenerse en la discreción por el momento. También se podrán incorporar nuevas personas, si así lo desean una vez que conozcan y valoren la iniciativa.

    En fin, nos ponemos a disposición de todos los compañeros, porque la adhesión ciega, incondicional y acrítica es ajena a nuestros valores, mientras que con la comunicación y la pluralidad aumentan tanto la democracia como la eficacia.

    Componentes del Grupo

    martes, 5 de mayo de 2009

    En Aragón y con José Luis

    Alternando los comentarios de ámbito nacional y los de Aragón, hoy inicio un repaso a la situación por estas tierras.
    José Luis era Coordinador Provincial de Zaragoza. Ha sido cesado y se le ha abierto un expediente a la vez que a mí. No puedo evitar mencionar algunos datos acerca de esta magnífica persona. Es quizá quien más ha aportado a UPyD en Aragón. Entre otras muchas cosas, en la campaña electoral de las elecciones generales de 2008 encargó un disfraz de calidad profesional (color magenta) y animó casi todos los actos con su presencia y actividad, como gran actor cómico que es, atrayendo público a nuestras mesas. También efectuó una cuantiosa aportación económica. En la reciente campaña gallega se desplazó a Galicia durante una semana, con un vehículo-escenario recién adquirido por él, y la recorrió trabajando por el partido. Todo ello entregando su tiempo y su dinero. El cese le sorprendió ingresado en un hospital a causa de una grave fractura por accidente y con otros problemas sanitarios de importancia en su entorno cercano. Lo que merecía este hombre eran visitas para interesarse por él y, por una extraña ingratitud de la vida, es otra cosa lo que ha recibido. Se le acusa formalmente de desobediencia por no haber cesado a Fátima y a Tomás, igual que a mí. Y eso no es así.
    Como dato adicional, dos miembros de la recién nombrada nueva Coordinadora Territorial de Aragón se opusieron, hace un año, a que José Luis fuese Coordinador Provincial pese a que gozaba del consenso generalizado. Las razones que me argumentaron eran tan absurdas e indefendibles que me negué a considerarlas. Inicialmente se trataba de un concepto de organización que me parecía inaceptable, donde había dos tipos de afiliados: los que tenían una “alta cualificación” y podían acceder a responsabilidades reales y los que no pasaban ese filtro arbitrario y se habían de conformar con niveles inferiores, ser tutelados y dedicarse casi únicamente al trabajo de base. Lo más curioso de todo era que uno de los valedores de esa discriminación no había sido precisamente muy brillante en sus cometidos. Además desconocían todo sobre José Luis, prejuzgándolo desde el sectarismo social más rancio. En cualquier caso, yo no estaba por organizar un partido de “cuadros”, lo que además de escasamente democrático nos convertiría más que en un partido progresista en un club de “pijos”, absolutamente incapaz de aglutinar personas y de ganar unas elecciones. Esto provocó que iniciasen una turbia maniobra de derribo, en la que intentaron involucrar a otras personas. Fracasado el intento (curiosamente pese a la "alta cualificación" de los dos instigadores) su actitud derivó en una animadversión personal hacia quienes no pensábamos como ellos. Dieron la espalda a la mayoría de los afiliados y se dedicaron a trabajarse Madrid. Ahora han sido designados, que no elegidos, para la nueva Coordinadora y ya están dando muestras de su vieja inclinación. Deseo que los demás miembros de ese órgano sepan evitar que se estropee esta organización y este partido en Aragón.

    jueves, 23 de abril de 2009

    No sólo son las listas cerradas

    Varios amigos, desde diferentes puntos de España, me dicen que existen abundantes rumores y poca información de lo que está sucediendo en UPyD, tanto a nivel nacional como en Aragón. Además, algunas personas han difundido versiones infundadas o simplemente falsas acerca de ello. Creo que la veracidad en política democrática es imprescindible. Su falta beneficia únicamente a quienes no actúan con limpieza. Poco a poco, ya que no quiero cansar a nadie ni dispongo de mucho tiempo para escribir, voy a dar las explicaciones que pueda.

    En primer lugar, quiero dejar claro que las razones que me impulsaron a presentar una enmienda a la totalidad del Reglamento del I Congreso no eran sólo las listas cerradas o abiertas al Consejo de Dirección. Cuando recibí el borrador del Consejo de Dirección, el 21 de marzo por la tarde, observé que contenía lo siguiente:

    1. Listas cerradas y bloqueadas al Consejo de Dirección.
    2. Listas cerradas a la Comisión Electoral, al Comité Financiero y al Comité de Garantías.
    3. Listas cerradas para la elección de la Mesa del Congreso.
    4. Ausencia de incompatibilidades.
    5. El propio Consejo de Dirección resuelve recursos contra sus propias decisiones.
    6. Ausencia de ponencia ni de mención a las elecciones primarias.
    7. Extrema concentración de poder en el Consejo de Dirección.
    8. Toma de decisiones impropias de un reglamento congresual, como definir las funciones del Consejo de Dirección (omnipotente) y del Consejo Político (sólo deliberante).

    Analizándolo, además del muy comentado punto 1, resulta muy grave el panorama de los demás:

    • Se dibuja una organización carente de mecanismos de control, donde todo pasa por ir en una lista que se ha confeccionado previamente en los despachos o en los pasillos, mediante procesos ajenos por completo a la transparencia y efectuados de espaldas a los afiliados y electores.
    • Los órganos y mecanismos que deberían servir de control son débiles, carentes de pluralidad y formados por listas completas que pueden haber sido elaboradas incluso por los mismos a quienes deben controlar.
    • No hay división de poderes, sino concentración en un solo órgano.
    • Carencia absoluta de pluralidad en la composición de esos órganos. No se integra a nadie que no pertenezca previamente al grupo que haya elaborado la lista ganadora.
    • Lo de la elección de la Mesa del Congreso mediante listas cerradas es directamente inaceptable. ¿Un grupo de personas pre-organizado va a controlar el desarrollo de un Congreso de un partido democrático?

    Todo esto puede favorecer la existencia de un "aparato" muy potente y puede restar democracia interna. Más de lo mismo de lo que hay en otros partidos, o mejor dicho, peor. En fin, que mi perplejidad fue mayúscula y no tuve más remedio que enmendar. Ese no era el esquema lógico del partido que habíamos fundado hacía un año y medio y no se correspondía para nada con lo que decíamos. Era justo lo contrario.

    martes, 21 de abril de 2009

    Cambio de orientación del blog

    El sábado 18, hace tres días, publique la entrada anterior en este blog, titulada "UPyD y yo". Acerca de ella, diversas personas han escrito sus comentarios. Ayer lunes comprobé que, tal vez como consecuencia, habían sido retirados los enlaces a este blog desde la página de favoritos de UPyD y desde la página de UPyD Aragón. El responsable de la web de Aragón me ha indicado que no ha sido él quien lo ha retirado. Todo indica pués que ha sido el Responsable web nacional, Antonio Ballesteros, miembro del Consejo de Dirección.
    Como consecuencia de esto, voy a modificar este blog en dos aspectos:
    • Su orientación va a ser personal, desligándose de la línea oficial de UPyD en aquello en que yo no la comparta.
    • A partir de ahora a los comentarios no se les va a aplicar la política de censura de contenidos inadecuados requerida por la organización.

    Un saludo a todos.

    sábado, 18 de abril de 2009

    UPyD y yo

    El Consejo de Dirección de UPyD me ha cesado como Coordinador en Aragón del partido y me ha abierto un expediente. Ante esta situación, tengo que dar aquí algunas explicaciones de mi posición actual respecto a UPyD, ya que este blog está orientado a mi actividad política en el seno de dicho partido.
    1. En el momento de escribir estas líneas, sigo siendo afiliado de UPyD.
    2. No existían razones para la apertura del expediente ni para el cese. Estoy absolutamente seguro de ello y puedo demostrarlo de forma irrefutable.
    3. Estoy muy preocupado porque se ha expedientado a otros compañeros y creo que no debería haberse hecho.
    4. Sigo apoyando la línea ideológica de UPyD.
    5. Discrepo del modelo organizativo que se está utilizando y del que se plasma en el Reglamento del I Congreso. Como expresé en la enmienda a la totalidad que presenté y defendí en el Consejo Político del 28 de marzo, opino que las listas abiertas, las elecciones primarias, la existencia de órganos de control competentes e independientes, un razonable listado de incompatibilidades y la ausencia de una extrema concentración de poder en un solo órgano, serían mejor solución que la adoptada. Deseo que en el I Congreso a celebrar en octubre esto se reconsidere.

    En resumen deseo que UPyD se convierta en lo que la política española necesita y muchos buscamos: el partido que regenere la democracia en nuestro país.

    miércoles, 11 de marzo de 2009

    El Infierno Vasco

    Después de ver la película documental El Infierno Vasco, del director Iñaki Arteta, uno no se queda indiferente. Es acercarse por un momento a conocer el drama humano y político de algunas personas que han tenido que exiliarse huyendo del asesinato, la extorsión, el aislamiento social o las imposiciones lingüísticas. Esos testimonios son sólo una muestra de las decenas de miles que existen. Se trata del exilio, como en los peores tiempos de las dictaduras y eso en una sociedad que, al menos formalmente, se supone democrática.

    La opinión pública es más o menos sensible al asesinato, al atentado que cometen los terroristas y que salta a las primeras páginas de los periódicos. Sin embargo, se ignora el drama continuo que viven durante años las víctimas, los familiares o quienes se saben blancos de posibles futuros atentados. Pero eso no es todo. En el País Vasco hay un virus que hace que quienes ejercen su libertad de pensar y opinar o quienes no cumplen los requisitos exigidos por el entorno nacionalista, sean marginados, rechazados y aislados. Unos ponen las bombas y los disparos, otros lo justifican, otros miran para otro lado, otros callan por miedo, algunos lo enfrentan y muchos también lo sufren. Fuera del País Vasco la opinión pública no valora la gravedad y la magnitud de esta situación. Incluso los intereses de algunos partidos políticos nacionales hacen que el asunto no se afronte, prefiriendo mantener buenas relaciones con los nacionalistas para unos posibles pactos egoístas que enfrentar la ignominia y aplicar soluciones políticas.

    El Infierno Vasco debería ser más visto en España, empezando por los políticos. Este sería un buen contenido de la asignatura de Educación para la Ciudadanía, mejor que los adoctrinamientos políticamente correctos de turno.

    miércoles, 4 de marzo de 2009

    UPyD y las lenguas en Aragón

    DECÁLOGO

    Posicionamiento político de Unión Progreso y Democracia respecto a las lenguas de uso en Aragón:

    1. La única lengua común a todos los aragoneses es el español o castellano. Nos permite una comunicación fluida entre nosotros y con los demás españoles, siendo por lo tanto una herramienta de cohesión, bienestar y progreso. Todos los aragoneses han de tener la obligación de conocerla y el derecho a usarla.

    2. Existen otras modalidades lingüísticas libremente utilizadas en Aragón, pero su utilización no puede ser impuesta en ningún caso por los poderes públicos. Los derechos y libertades individuales son un valor superior.

    3. No es competencia política determinar si las modalidades lingüísticas usadas en Aragón deben ser denominadas de una u otra forma, ni tampoco proceder a su normalización.

    4. Consideramos completamente superada la idea de zonificar Aragón en función de las modalidades lingüísticas utilizadas. La movilidad de las personas, los medios de comunicación y la imposibilidad de marcar zonas homogéneas y estables la convertiría en una arbitrariedad.

    5. La educación y la enseñanza pública en Aragón deben impartirse en la lengua común, que se podrá combinar con otras modalidades lingüísticas allí donde exista demanda suficiente. La implantación de diferentes modelos para cada lengua, separando a los alumnos en función de ellos, no sería un avance sino un retroceso en la convivencia social.

    6. La intervención de los poderes públicos en relación con las modalidades lingüísticas utilizadas en Aragón se debe limitar a la política cultural y a proveer a la enseñanza pública para que pueda satisfacer la demanda de enseñanza de las mismas.

    7. La administración pública en Aragón debe usar en todos los casos la lengua común. El castellano o español es y debe seguir siendo la única lengua oficial en Aragón. Nos oponemos a la declaración por las Cortes de Aragón de otras modalidades lingüísticas como “propias” de Aragón, ya que ello significaría una oficialización encubierta.

    8. Ningún funcionario debe ser discriminado por razón del conocimiento o no de las modalidades lingüísticas.

    9. Los poderes públicos deben respetar el libre uso de cualquier otra lengua o modalidad lingüística en el ámbito privado, incluido el comercio. No obstante, la información de carácter obligatorio (precios, etiquetado, etc.) debe incluirse siempre en la lengua común.

    10. Nos oponemos a la aprobación o al mantenimiento de cualquier norma legal o medida administrativa que, en nombre de una supuesta protección de las modalidades lingüísticas en Aragón, rebase la barrera de lo cultural para convertirse en fuente de complicaciones, gastos y conflictos innecesarios y cree falsas identidades lingüísticas que nos distancien artificialmente entre nosotros y de los demás.