Varios amigos, desde diferentes puntos de España, me dicen que existen abundantes rumores y poca información de lo que está sucediendo en UPyD, tanto a nivel nacional como en Aragón. Además, algunas personas han difundido versiones infundadas o simplemente falsas acerca de ello. Creo que la veracidad en política democrática es imprescindible. Su falta beneficia únicamente a quienes no actúan con limpieza. Poco a poco, ya que no quiero cansar a nadie ni dispongo de mucho tiempo para escribir, voy a dar las explicaciones que pueda.
En primer lugar, quiero dejar claro que las razones que me impulsaron a presentar una enmienda a la totalidad del Reglamento del I Congreso no eran sólo las listas cerradas o abiertas al Consejo de Dirección. Cuando recibí el borrador del Consejo de Dirección, el 21 de marzo por la tarde, observé que contenía lo siguiente:
- Listas cerradas y bloqueadas al Consejo de Dirección.
- Listas cerradas a la Comisión Electoral, al Comité Financiero y al Comité de Garantías.
- Listas cerradas para la elección de la Mesa del Congreso.
- Ausencia de incompatibilidades.
- El propio Consejo de Dirección resuelve recursos contra sus propias decisiones.
- Ausencia de ponencia ni de mención a las elecciones primarias.
- Extrema concentración de poder en el Consejo de Dirección.
- Toma de decisiones impropias de un reglamento congresual, como definir las funciones del Consejo de Dirección (omnipotente) y del Consejo Político (sólo deliberante).
Analizándolo, además del muy comentado punto 1, resulta muy grave el panorama de los demás:
- Se dibuja una organización carente de mecanismos de control, donde todo pasa por ir en una lista que se ha confeccionado previamente en los despachos o en los pasillos, mediante procesos ajenos por completo a la transparencia y efectuados de espaldas a los afiliados y electores.
- Los órganos y mecanismos que deberían servir de control son débiles, carentes de pluralidad y formados por listas completas que pueden haber sido elaboradas incluso por los mismos a quienes deben controlar.
- No hay división de poderes, sino concentración en un solo órgano.
- Carencia absoluta de pluralidad en la composición de esos órganos. No se integra a nadie que no pertenezca previamente al grupo que haya elaborado la lista ganadora.
- Lo de la elección de la Mesa del Congreso mediante listas cerradas es directamente inaceptable. ¿Un grupo de personas pre-organizado va a controlar el desarrollo de un Congreso de un partido democrático?
Todo esto puede favorecer la existencia de un "aparato" muy potente y puede restar democracia interna. Más de lo mismo de lo que hay en otros partidos, o mejor dicho, peor. En fin, que mi perplejidad fue mayúscula y no tuve más remedio que enmendar. Ese no era el esquema lógico del partido que habíamos fundado hacía un año y medio y no se correspondía para nada con lo que decíamos. Era justo lo contrario.