martes, 5 de mayo de 2009

En Aragón y con José Luis

Alternando los comentarios de ámbito nacional y los de Aragón, hoy inicio un repaso a la situación por estas tierras.
José Luis era Coordinador Provincial de Zaragoza. Ha sido cesado y se le ha abierto un expediente a la vez que a mí. No puedo evitar mencionar algunos datos acerca de esta magnífica persona. Es quizá quien más ha aportado a UPyD en Aragón. Entre otras muchas cosas, en la campaña electoral de las elecciones generales de 2008 encargó un disfraz de calidad profesional (color magenta) y animó casi todos los actos con su presencia y actividad, como gran actor cómico que es, atrayendo público a nuestras mesas. También efectuó una cuantiosa aportación económica. En la reciente campaña gallega se desplazó a Galicia durante una semana, con un vehículo-escenario recién adquirido por él, y la recorrió trabajando por el partido. Todo ello entregando su tiempo y su dinero. El cese le sorprendió ingresado en un hospital a causa de una grave fractura por accidente y con otros problemas sanitarios de importancia en su entorno cercano. Lo que merecía este hombre eran visitas para interesarse por él y, por una extraña ingratitud de la vida, es otra cosa lo que ha recibido. Se le acusa formalmente de desobediencia por no haber cesado a Fátima y a Tomás, igual que a mí. Y eso no es así.
Como dato adicional, dos miembros de la recién nombrada nueva Coordinadora Territorial de Aragón se opusieron, hace un año, a que José Luis fuese Coordinador Provincial pese a que gozaba del consenso generalizado. Las razones que me argumentaron eran tan absurdas e indefendibles que me negué a considerarlas. Inicialmente se trataba de un concepto de organización que me parecía inaceptable, donde había dos tipos de afiliados: los que tenían una “alta cualificación” y podían acceder a responsabilidades reales y los que no pasaban ese filtro arbitrario y se habían de conformar con niveles inferiores, ser tutelados y dedicarse casi únicamente al trabajo de base. Lo más curioso de todo era que uno de los valedores de esa discriminación no había sido precisamente muy brillante en sus cometidos. Además desconocían todo sobre José Luis, prejuzgándolo desde el sectarismo social más rancio. En cualquier caso, yo no estaba por organizar un partido de “cuadros”, lo que además de escasamente democrático nos convertiría más que en un partido progresista en un club de “pijos”, absolutamente incapaz de aglutinar personas y de ganar unas elecciones. Esto provocó que iniciasen una turbia maniobra de derribo, en la que intentaron involucrar a otras personas. Fracasado el intento (curiosamente pese a la "alta cualificación" de los dos instigadores) su actitud derivó en una animadversión personal hacia quienes no pensábamos como ellos. Dieron la espalda a la mayoría de los afiliados y se dedicaron a trabajarse Madrid. Ahora han sido designados, que no elegidos, para la nueva Coordinadora y ya están dando muestras de su vieja inclinación. Deseo que los demás miembros de ese órgano sepan evitar que se estropee esta organización y este partido en Aragón.