lunes, 22 de junio de 2009

Juicios de intenciones

Nuestra iniciativa está siendo objeto de juicios de intención diversos. No son necesarias especulaciones, nuevamente lo podemos aclarar.

El correo enviado por el Responsable de Organización atribuye la de “proclamarse y promocionarse como candidatos en el futuro Congreso”. Sí así fuera sería completamente legítimo, pero no es esa nuestra intención, como cualquier observador inteligente notará enseguida. Tal como está siendo gestionado el partido internamente, ejercer la crítica, por muy leal y constructivamente que se haga, es garantía de problemas. Difícil camino habríamos elegido para la promoción personal. La prueba de ello es la airada respuesta que hemos cosechado de la dirección. Nos trata como si fuésemos enemigos, cuando lo que somos es compañeros. Tan miembros de UPyD como ellos. Muchos de nosotros desde el mismo día que ellos. Lo que deseamos es que la primera Asamblea General de Afiliados pueda decidir de verdad sobre lo que le compete. Para eso tienen que existir comunicación, información y debate. Nuestra posible presentación de candidaturas será una herramienta para que existan. No queremos que se haga un paquete con nuestra líder, sus personas de confianza, las ponencias redactadas por ellos y todo se limite a un plebiscito donde los afiliados tengamos que decir a todo que sí. Más aún cuando la gestión que se está practicando ahora y preparando para elevar a definitiva son muy diferentes de nuestro compromiso fundacional. Estamos preocupados y vamos a defender lo que creemos mejor para nuestro partido: la coherencia con las premisas fundacionales y con nuestro discurso de regeneración democrática. Obviamente estamos en nuestro derecho. Algunos pensamos que tal vez incluso en nuestra obligación.

Puede haber quienes digan que nuestra actitud debería ser el abandono. Unos dirían que para no perjudicar. ¿Perjudicar? Tal vez así sería si formásemos parte de un ejército, allí donde las órdenes no se discuten y se contempla la expulsión por fusilamiento en caso de guerra. Pero estamos en un partido político. Quien no entienda que la democracia interna hace fuerte a un partido, que sepa que además es exigida por la Ley. ¿Quién lo perjudicaría? ¿El que ejerce sus derechos democráticos o el que impide hacerlo?

Quiero desmentir también expresamente que nuestra intención sea ni fundar otro partido ni pasar a uno ya existente. En mi caso concreto, son varios los que se han dirigido a mí por si lo deseo. Pero es que nuestro partido es UPyD. No por una adhesión ciega sino porque suscribimos el Manifiesto Fundacional. Tampoco creo que sea acertado decir que, por ejemplo, un liberal no puede estar en UPyD. Sé que hay otras organizaciones que quieren nacer o consolidarse en esa línea ideológica, lo que es muy respetable e incluso deseable. Sin embargo, mientras el Manifiesto Fundacional de UPyD sea respetado (y sólo tiene derecho a romperlo la Asamblea), la transversalidad es posible. Si en esa primera Asamblea nos dotamos de una estructura interna democrática, aunque no nos guste lo que haya hecho la Dirección por el camino, no habrá entonces razón alguna para abandonarlo, ni para que nadie nos diga a ninguno de nosotros que deberíamos irnos.

En resumen, ni tenemos intención de abandonar ahora UPyD ni de perjudicarlo, porque es nuestro partido.

http://estanoeslawebdeupyd.blogspot.com

viernes, 19 de junio de 2009

Entrevistado por Almudena Negro para España Liberal

"Es fácil autodenominarse demócrata, pero casi ningún dirigente se atreve a utilizar esa misma democracia dentro de su partido"
"Ha habido otros ceses y expedientes que no han salido a la luz y también demasiados abandonos voluntarios por desilusión o desencanto"
"No estamos para nada solos y menos lo estaremos a medida que la información y el debate interno fluyan"
(Almudena Negro) Javier Carroquino, quien fuera coordinador de UPyD en Aragón expedientado por la dirección de UPyD después de haber presentado una enmienda a la totalidad al Reglamento por el cual se regirá el I Congreso de la formación que lidera Rosa Díez, forma parte del grupo de militantes de UPyD que, desde todos los rincones de España, han decidido presentar una candidatura en dicho Congreso, que tendrá lugar el próximo mes de octubre. Candidatura alternativa a la de Rosa Díez de la cual forman parte miembros del actual Consejo Político del partido. También figuran en la misma ex-Ciudadanos. Entre ellos Sandalio del Río, quien fuera mano derecha del diputado del parlamento catalán, antes por Ciutadans, ahora por libre , Antonio Robles.

A.N. Se acaban de celebrar unas elecciones europeas en las que UpyD ha conseguido entrar, con un solo diputado, en la Eurocámara. ¿Está este resultado a la altura de las expectativas que se tenían hace unos meses o considera usted que es un resultado insuficiente? ¿No es cierto que esperaban ser tercera fuerza nacional y que no ha podido ser?

J.C. Los resultados de nuestro partido han sido muy buenos. Además del fuerte crecimiento en número de votos, hemos entrado en el Parlamento Europeo. Ya cualquier análisis o comentario político que se haga en España tiene que considerar a UPyD como una opción seria.

Han pasado los tiempos en que se nos podía ignorar en los medios de comunicación. Los ciudadanos nos están conociendo y cada vez más saben que somos una alternativa para otorgarnos su confianza.
Estar satisfechos por el éxito no debe evitar que analicemos lo que se hubiera podido mejorar. Nuestros resultados en Cataluña están muy por debajo del resto de España y eso que allí la presión nacionalista es alta y pone en especial valor nuestras propuestas, como la de libertad lingüística. También es significativo el resultado en el País Vasco, donde hemos tenido menos votos que en las autonómicas. Posiblemente la abstención de nuestro partido en la elección de la popular Arancha Quiroga como presidenta del Parlamento Vasco no ha sido bien vista por los electores. Personalmente creo que deberíamos haber votado a favor. En todo caso, deberíamos haberlo explicado días antes de la votación.

A.N. ¿Por qué han tomado ustedes la decisión de presentarse?
J.C. Cuando decidimos participar en UPyD, unos desde antes de su fundación y otros posteriormente, no sólo lo hacíamos para lanzar al electorado unas propuestas políticas diferentes y regeneradoras. Los partidos son el medio de participación de los ciudadanos, y los que teníamos en España no nos parecía que cumpliesen bien esa misión, debido a su decepcionante funcionamiento interno. Es fácil autodenominarse demócrata, pero casi ningún dirigente se atreve a utilizar esa misma democracia dentro de su partido. En UPyD dijimos que íbamos a cambiar eso. El grupo de personas que hemos tomado la iniciativa, más que presentarnos a nosotros mismos queremos presentar nuestras opiniones. De cara a la primera Asamblea General de afiliados, donde se decidirán los Estatutos y la forma que tendrá nuestro partido, queremos que se tome conciencia de que la organización interna plenamente democrática es la única coherente con nuestro proyecto político. Sólo así podremos presumir de ser un “Partido nuevo”. También pensamos que la organización democrática, que en todo caso es irrenunciable, no está reñida con la eficacia electoral. El caso es que la gestión interna no es así hasta ahora y tenemos la convicción de que lo que se está preparando por parte de la actual Dirección no va en esa línea. Por eso nos presentamos, para poner este debate sobre la mesa de tal forma que llegue a todos los afiliados antes de la Asamblea.

A.N. Usted fue cesado y expedientado por la dirección de UpyD pocos días después de haber presentado una enmienda a la totalidad del Reglamento por el cual se regirá el Congreso. En dicha enmienda usted reclamaba poder elegir a la dirección del partido en listas abiertas ¿Hay relación entre ambos hechos?
J.C. Hay muchos indicios que apuntan en esa dirección: entre otros la secuencia temporal en que se produjeron y la falsedad de la causa que se argumentó oficialmente para el cese. Pero más que mi cese nos preocupa que ha habido otros ceses y expedientes que no han salido a la luz y también demasiados abandonos voluntarios por desilusión o desencanto.
Quiero decir también que la enmienda contenía muchas más cosas que las listas abiertas, todas ellas en el sentido de implantar la democracia interna. También evitaba entrar en asuntos impropios de un reglamento congresual, cosa que el propuesto por la Dirección sí que hacia condicionando ya las decisiones que sólo competen a la Asamblea. La intransigencia de la Dirección en todo esto fue lo que desbordó el vaso, haciendo que una serie de personas individuales que estábamos ya preocupadas viéramos necesario un posicionamiento colectivo.

A.N. ¿Cómo es posible que en dos años de vida UpyD no haya celebrado hasta el momento un Congreso?
J.C. Se nos pidió por parte de la Dirección un paréntesis en que la confianza iba a ser la principal fuente de legitimidad, hasta la plena formalización democrática en el primer Congreso. Decidimos confiar. Ahora ya se ha convocado el Congreso y no hay procesos electorales que aconsejen aparcar o demorar los debates.

A.N. ¿Qué proponen ustedes para la joven formación magenta que no propone Rosa Díez?
J.C. Lo mismo que UPyD ha defendido públicamente desde su inicio, aplicado a su propia organización. Por ejemplo:
• Elección directa del líder o la líder del partido, como cargo unipersonal.
• Elección de los órganos de Dirección mediante listas abiertas.
• Separación de poderes, incompatibilidades y mecanismos de control internos.
• Adopción de posiciones colectivas mediante el debate y el diálogo.
• Que quepa en nuestra organización todo aquel que comparta los principios básicos.
• Que los expedientes y las designaciones arbitrarias no sean recurso común.
• Favorecer la comunicación entre los afiliados.

A.N. ¿Creen que su candidatura tiene opciones reales de alzarse con la victoria en octubre?
J.C. Tal como está el reglamento del Congreso, las candidaturas que apoye Rosa Díez tienen una enorme ventaja sobre cualquier otra. Puede suceder lo mismo que sucedió en la votación del Reglamento en el Consejo Político, que se trate de un plebiscito sobre una sola persona, independientemente de quienes conformen la lista y, lo que es más grave, de lo acertado de las propuestas que se defiendan. Pero es que el éxito que queremos alcanzar no es el de ser elegidos en detrimento de otros, ni mucho menos desbancar a Rosa Díez de su liderazgo. Igual que UPyD ya está consiguiendo que cambien las cosas en la política española sin haber ganado las elecciones, nosotros podemos conseguir ejercer una influencia positiva en nuestra organización. Además, sabemos que una gran parte de nuestros compañeros comparten nuestras propuestas. No estamos para nada solos y menos lo estaremos a medida que la información y el debate interno fluyan.

A.N. ¿Saben que podrían no ser la única lista alternativa para el Congreso de octubre? Si así fuera, ¿estarían ustedes dispuestos a llegar a acuerdos con otras candidaturas?
J.C. Sabemos desde hace tiempo que existen esos movimientos. Pudiera ser que cristalizase en otra candidatura, pero tampoco nos extrañaría que no fuese así, al menos a nivel nacional. Por supuesto que estamos dispuestos a dialogar con cualesquiera de nuestro partido, tanto sean parte de otra candidatura, de la Dirección o afiliados de base. Por cierto, antes de presentarnos, el día de reflexión de las elecciones europeas, llamé por teléfono a Rosa Díez y al saltar el contestador le dejé mensaje por si decidía contestar la llamada. Nosotros nunca nos cerraremos al diálogo. Pero quien nos llame ha de saber que nuestras candidaturas son más de propuestas organizativas que de personas concretas.

A.N. Finalmente, ¿hacia dónde cree usted que debería orientar sus políticas UpyD para convertirse en una verdadera fuerza nacional con capacidad para ejercer como bisagra entre los dos grandes partidos?
J.C. No me gusta el bipartidismo, porque hace que los dos grandes partidos se vean el uno al otro como el enemigo a batir y eso dificulta que puedan colaborar cuando es necesario. La existencia de un tercer gran partido que permitiese configurar gobiernos con dos de los tres sería una buena noticia que rompería el mito de las dos Españas y el sectarismo que ahora impera. En mi opinión, la política de un partido moderno debe tener dos ejes principales. Uno es la defensa de la libertad individual. El otro es la política social, que implica la defensa de un Estado que, pese a ser austero y poco intervencionista, garantice la seguridad, la justicia y las reglas de la convivencia. En la situación actual, esto se traduce entre otras cosas en:
• Defensa de la libertad lingüística y respeto por la lengua común.
• Igualdad de derechos y obligaciones de los españoles en todas las CCAA.
• División e independencia de poderes.
• Evitar la intervención de los poderes públicos en asuntos identitarios.
• Reducir el gasto, pero mantener la inversión en infraestructuras. No aumentar los impuestos.
• Mejorar el trato a las PYME.
En todo caso, el Manifiesto Fundacional de UPyD está plenamente vigente.

lunes, 15 de junio de 2009

Presentaremos candidaturas

La Asamblea General de afiliados ha de ser, por imperativo legal, el órgano superior de gobierno de cualquier partido político. En UPyD se reunirá por primera vez el próximo mes de noviembre. Hasta entonces, nuestras normas internas, incluidos los Estatutos, son provisionales ya que no proceden de la decisión soberana de la Asamblea. Así, el rumbo y la forma que tomará a largo plazo nuestro partido deberemos decidirlo los afiliados dentro de unos pocos meses.

Diversas personas que hemos tenido la oportunidad de participar a todos los niveles en la incipiente vida de UPyD, desde su embrión (Plataforma Pro), su fundación y su crecimiento, hemos sido testigos de una serie de situaciones que nos preocupan. En general y sólo con algunas excepciones puntuales, estamos de acuerdo con la línea política seguida. Suscribimos y seguimos apoyando el Manifiesto Fundacional. Lo que sí nos preocupa es cómo se ejerce la organización y la gestión interna, de forma autoritaria y con ausencia de comunicación. Pero esto, que ya en sí mismo es importante, no es lo más grave. La forma en que se prepara la ya citada Asamblea General, recogida en su Reglamento recientemente presentado, apunta a que las decisiones que a ella corresponden están tomadas previamente. Si así sucediese, el conjunto de los afiliados constituido en Asamblea de delegados, no tendría más posibilidad real que aprobar lo ya decidido en otras instancias. Además, el sentido de esas decisiones provoca una absoluta concentración de poder, se prima la existencia de un “aparato” y la ausencia de pluralidad.

Así, tememos que nuestro partido pueda convertirse en “uno más” y esa ausencia de democracia interna resulte incoherente con lo que nos impulsó a participar en su creación y con sus ideas fundacionales. Desgraciadamente, ante esa perspectiva ya han sido demasiados los compañeros que han decidido abandonarlo.

Por todo lo anterior, creemos conveniente aportar nuestra visión ante los afiliados, a los efectos de favorecer la pluralidad y sobre todo el diálogo interno, para que se llegue a la Asamblea con la información y el debate de los que ahora se carece. Entre las herramientas que vamos a utilizar para ello están la comunicación y el diálogo, pero también la presentación de candidaturas a los órganos del partido, como el Consejo de Dirección, la Comisión de Garantías, la Comisión de Finanzas y la Comisión Electoral. Quede claro que el objetivo no es el enfrentamiento con las previsibles candidaturas “oficiales” sino todo lo contrario: provocar el diálogo en ellas y ante los afiliados, en la confianza de que puede ser fuente de fertilidad. Creemos también que así aportamos pluralidad y democracia interna al partido. Desde ahora hasta las fechas de la Asamblea, no hay campañas electorales que sirvan de excusa para aparcar o evitar el necesario diálogo y el debate interno.

Algunas de las personas que formarán parte de las candidaturas que vamos a presentar ya hacen público su nombre. Son, por orden alfabético de sus apellidos:

Miguel Álvarez Aladán
Rodolfo Angelina Gil
Miguel Baños Martínez
Javier Carroquino Oñate
Miguel Ángel Castilla Ibáñez
Juan Espino Sánchez
Fernando García Martín
Pilar García Jáuregui
José Ignacio Gómez Arroyo
Gerardo Hernández Les
Silvia Hierro González
Manuel Pérez Blanco
Sandalio del Río Ruipérez
Javier Velasco Oliaga


Otras prefieren mantenerse en la discreción por el momento. También se podrán incorporar nuevas personas, si así lo desean una vez que conozcan y valoren la iniciativa.

En fin, nos ponemos a disposición de todos los compañeros, porque la adhesión ciega, incondicional y acrítica es ajena a nuestros valores, mientras que con la comunicación y la pluralidad aumentan tanto la democracia como la eficacia.

Componentes del Grupo