miércoles, 11 de marzo de 2009

El Infierno Vasco

Después de ver la película documental El Infierno Vasco, del director Iñaki Arteta, uno no se queda indiferente. Es acercarse por un momento a conocer el drama humano y político de algunas personas que han tenido que exiliarse huyendo del asesinato, la extorsión, el aislamiento social o las imposiciones lingüísticas. Esos testimonios son sólo una muestra de las decenas de miles que existen. Se trata del exilio, como en los peores tiempos de las dictaduras y eso en una sociedad que, al menos formalmente, se supone democrática.

La opinión pública es más o menos sensible al asesinato, al atentado que cometen los terroristas y que salta a las primeras páginas de los periódicos. Sin embargo, se ignora el drama continuo que viven durante años las víctimas, los familiares o quienes se saben blancos de posibles futuros atentados. Pero eso no es todo. En el País Vasco hay un virus que hace que quienes ejercen su libertad de pensar y opinar o quienes no cumplen los requisitos exigidos por el entorno nacionalista, sean marginados, rechazados y aislados. Unos ponen las bombas y los disparos, otros lo justifican, otros miran para otro lado, otros callan por miedo, algunos lo enfrentan y muchos también lo sufren. Fuera del País Vasco la opinión pública no valora la gravedad y la magnitud de esta situación. Incluso los intereses de algunos partidos políticos nacionales hacen que el asunto no se afronte, prefiriendo mantener buenas relaciones con los nacionalistas para unos posibles pactos egoístas que enfrentar la ignominia y aplicar soluciones políticas.

El Infierno Vasco debería ser más visto en España, empezando por los políticos. Este sería un buen contenido de la asignatura de Educación para la Ciudadanía, mejor que los adoctrinamientos políticamente correctos de turno.

miércoles, 4 de marzo de 2009

UPyD y las lenguas en Aragón

DECÁLOGO

Posicionamiento político de Unión Progreso y Democracia respecto a las lenguas de uso en Aragón:

1. La única lengua común a todos los aragoneses es el español o castellano. Nos permite una comunicación fluida entre nosotros y con los demás españoles, siendo por lo tanto una herramienta de cohesión, bienestar y progreso. Todos los aragoneses han de tener la obligación de conocerla y el derecho a usarla.

2. Existen otras modalidades lingüísticas libremente utilizadas en Aragón, pero su utilización no puede ser impuesta en ningún caso por los poderes públicos. Los derechos y libertades individuales son un valor superior.

3. No es competencia política determinar si las modalidades lingüísticas usadas en Aragón deben ser denominadas de una u otra forma, ni tampoco proceder a su normalización.

4. Consideramos completamente superada la idea de zonificar Aragón en función de las modalidades lingüísticas utilizadas. La movilidad de las personas, los medios de comunicación y la imposibilidad de marcar zonas homogéneas y estables la convertiría en una arbitrariedad.

5. La educación y la enseñanza pública en Aragón deben impartirse en la lengua común, que se podrá combinar con otras modalidades lingüísticas allí donde exista demanda suficiente. La implantación de diferentes modelos para cada lengua, separando a los alumnos en función de ellos, no sería un avance sino un retroceso en la convivencia social.

6. La intervención de los poderes públicos en relación con las modalidades lingüísticas utilizadas en Aragón se debe limitar a la política cultural y a proveer a la enseñanza pública para que pueda satisfacer la demanda de enseñanza de las mismas.

7. La administración pública en Aragón debe usar en todos los casos la lengua común. El castellano o español es y debe seguir siendo la única lengua oficial en Aragón. Nos oponemos a la declaración por las Cortes de Aragón de otras modalidades lingüísticas como “propias” de Aragón, ya que ello significaría una oficialización encubierta.

8. Ningún funcionario debe ser discriminado por razón del conocimiento o no de las modalidades lingüísticas.

9. Los poderes públicos deben respetar el libre uso de cualquier otra lengua o modalidad lingüística en el ámbito privado, incluido el comercio. No obstante, la información de carácter obligatorio (precios, etiquetado, etc.) debe incluirse siempre en la lengua común.

10. Nos oponemos a la aprobación o al mantenimiento de cualquier norma legal o medida administrativa que, en nombre de una supuesta protección de las modalidades lingüísticas en Aragón, rebase la barrera de lo cultural para convertirse en fuente de complicaciones, gastos y conflictos innecesarios y cree falsas identidades lingüísticas que nos distancien artificialmente entre nosotros y de los demás.