viernes, 2 de mayo de 2008

Los partidos en España: III – La izquierda despistada


Tercer partido o coalición de vocación nacional: Izquierda Unida. En ella tenemos lo que queda del Partido Comunista y otras formaciones que se catalogan de izquierdas y que quieren de ello hacer bandera. Ciertamente esta etiqueta quedó bastante tocada después de la caída de las dictaduras del Este. ¿Aún puede dar juego y atraer el voto? La renuncia al marxismo es generalizada, dejando aparte algunos círculos residuales que se podrían calificar de freakis. Sin embargo, el término goza de buena acogida entre muchos sectores de la población, tal vez por su contraposición al de derecha.

Privada de la lucha de clases, la izquierda ha tenido que buscar acomodo en dos sectores: la vieja socialdemocracia y una suerte de contestación anticapitalista, mucho más fácil de definir por aquello a lo que se opone (capitalismo, globalización, liberalismo) que por lo que propone. En esa situación de ambigüedad, la bandera de enganche de la izquierda, carente de una definición clara pero capaz aún de generar simpatías populares, se supondría el principal patrimonio de IU. Ante la innegable potencia del término “la Izquierda” sus gestores, en un extraño afán de defenderlo, han terminado por vaciarlo del contenido que aún le quedaba. Igual que el término “revolución”, tan gastado que sirve para justificar la permanencia del dictador Castro en el poder en Cuba durante 49 años. Ese deslumbramiento por conceptos grandilocuentes ha dejado por el camino en segundo plano otra parte de su tradición, como es la lucha por la igualdad y la defensa de los débiles. Así, con la socialdemocracia asumida implícitamente por el PSOE, Izquierda Unida no se ha propuesto arrebatársela, quizá porque nunca creyó en ella. Por consiguiente, se ha convertido en el refugio de puristas, nostálgicos, anti-sistema moderados, disconformes progresistas y desencantados en general.

Lo que resulta más significativo de la trayectoria reciente de IU ha sido el abandono de las sanas posiciones críticas de Julio Anguita. Han sido sustituidas por un sectarismo suicida que le ha llevado a defender tontamente al PSOE por ser de izquierdas, dejando por ello a sus propios votantes sin ninguna razón para no pasarse a él también. Mención aparte, aunque en la misma línea, la absurda renuncia al internacionalismo para considerar “progresista” apoyar los más rancios impulsos nacionalistas, extraña deriva de lo que era el estado igualitario que sus abuelos defendían.

Un rearme ideológico, basado en la mejor tradición ilustrada de derechos y libertades y unido a la reclamación de una limpieza de la que mucha “izquierda” al uso carece, hubiera justificado la existencia y el voto a IU. Han renunciado a ello y a la vista están los resultados. Se quejan de un “tsunami bipartidista” al que ellos han alimentado despistadamente.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

IU no mantiene una posición clara ante los partidos nacionalistas. Los considera posibles aliados, en una óptica que recuerda de lejos el frentepopulismo. De hecho gobierna en coalición en el País Vasco y Cataluña con partidos nacionalistas. Esta posición se compadece poco con los principios de igualdad, solidaridad etcétera que teóricamente forman parte de su bagaje.
Ignacio.

Unknown dijo...

Me resulta extraño que se hable de Julio Anguita como mantenedor de "sanas posiciones críticas". Si en algún momento ha tenido sentido el calificativo de "tonto útil" referido a alguien, éste ha sido en refereancia a Julio Anguita. ¿"Sanas posiciones críticas" se llama ahora a la descalificación personal y acusaciones sin pruebas? ¿Así se conocen ahora esa mezcla de actitud presuntuosa y displicente unidas a un material ideológico rancio, trasnochado y carente de comprensión de la realidad? Y es que la cerrazón doctrinaria, la conversión de unas cuantas ideas en un credo religioso inapelable, impide aquello que nos convierte en sanos críticos: pensar seriamente. La condición de "crítico" viene dada no por el resultado final de las reflexiones sino por el camino e instrumentos utilizados en el proceso. El olvido de lo anterior convierte en "críticos" a quienes no muestran sino una oclusión dogmática a la realidad, que tantas veaces difiere de lo esperado y aprendido en la doctrina, sea ésta cual fuere.
Un saludo
Pepe

ona dijo...

un blog muy interesante con el que se puede aprender mucho, quiero decirte que estoy muy de acuerdo con lo que dices en este escrito, yo no sé expresarme tan bien como vosotros pero pienso que IU ya no es lo mismo sin Julio Anguita.