A estas alturas de la película, ni los más optimistas seguidores del gobierno pueden ya negar la existencia de una muy profunda crisis económica. Las energías las gastan ahora en buscar culpables y soluciones más o menos espectaculares, pero nadie tiene suficiente fuerza para conseguir que la situación mundial se arregle, porque de esta magnitud es el problema. Siendo así ¿Qué actitud puede adoptarse a escala regional o incluso local? ¿Hay alguna posibilidad de intervenir?
Antes de responder a esto, conviene tener presente que al terremoto en el sector financiero seguirá muy probablemente una oleada de problemas en las empresas, derivados de dos causas: la ausencia de financiación bancaria y el frenazo del principal motor económico español, que es la construcción. Los bancos tienen problemas y restringen el crédito, en un panorama de tipos de interés más altos y riesgo de morosidad; se venden menos pisos y además de la reducción general de la actividad económica derivada, se incorpora al mercado una cadena de suspensiones de pagos, impagados, regulaciones de empleo y despidos; se reduce el consumo. Es muy probable que entremos en recesión. Desgraciadamente, España es más sensible a la crisis que otros países debido al enorme peso que el sector constructivo tiene en su actividad económica. En el caso de Aragón, a esta dependencia se suma la existente en el sector industrial de la empresa automovilística General Motors España, que de tiempo en tiempo nos da un susto y en esta crisis ya veremos qué nos da.
A primera vista, no parece muy firme una estructura empresarial tan dependiente. La idea que nos están vendiendo nuestros gobernantes de que Aragón está relativamente bien preparada para afrontar la crisis es radicalmente falsa. Las soluciones que se buscan, tipo Gran Scala, son más de lo mismo: todo o nada. Sin entrar en la oportunidad de esta macro-operación, no deberíamos seguir jugándonos la partida a una sola carta. Hay que reconocer lo acertado de iniciativas como PLA-ZA y la EXPO, pero habría que recordar que Aragón no es sólo Zaragoza y que los poderes públicos no tienen que hacerlo todo, sino crear y mantener las condiciones para que pueda hacerse.En este escenario, las líneas maestras de la política económica en Aragón deberían girar en torno a potenciar el nacimiento y supervivencia de un mayor número de PYMES, que vertebrasen el tejido empresarial aragonés y no sólo en el sector servicios, sino también en el productivo y en el industrial. Esto debería hacerse tanto mediante un paquete legislativo que las fomentara como con una adecuada política de financiación, infraestructuras y servicios, extendida a todas las comarcas de Aragón. Eso no evitará que la crisis nos alcance, pero facilitará que se creen nuevos puestos de trabajo de forma rápida y fluida, como sólo las PYMES pueden hacerlo. Algunos desempleados se convertirán en emprendedores. La economía aragonesa no dependerá ya sólo del ciclo de la construcción o de que una marca concreta venda coches. Además, se habrá avanzado en una de las asignaturas pendientes de nuestra comunidad, la vertebración del territorio, mejorando la distribución geográfica de la riqueza.
1 comentario:
Estando de acuerdo en lo que Usted expone me gustaria añadir la idea de la escasa actuacion sindical ante la " Crisis", asi como la indiferencia de la sociedad. Creo firmememente que la masa social deberia responder a la situacion actual de uan manera asociativa y conjunta para poner de manifiesto su opinion, circusntancia que desgraciadamente no ocurre.
Asimismo me asalta una duda ¿ Donde estan lso sindicatos? , miles de puestors de trabajo desapareciendo por doquier y todavia no han dicho esta boca es mia.
En Aragon la crisis tendra un caracter retardado por la ensoñacion Expo, pero por eso mismo creo que sera mas fuerte si cabe que en el conjunto del territorio.
Animo .
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