Estimado Sr. Sosa:
He leído un escrito suyo donde presta atención a lo que usted llama “turbulencias en el seno de UPyD”. Le adelanto que soy uno de los expedientados por la Dirección del partido y que observo en su intervención una profunda carencia de información acerca de lo que está sucediendo.
En primer lugar, le agradezco la moderación del tono que utiliza. Sepa que no es esa la norma con que estamos siendo tratados quienes hemos tenido la osadía de expresar nuestra disconformidad. Al contrario, hemos cosechado acusaciones de todo tipo, desde estar pagados por enemigos de UPyD, hasta la habitual y manida de buscar nuestra promoción personal, pasando por muchas otras. Tampoco hemos salido libres de insultos, que prefiero no reproducir. Toda esta cosecha procede de personas que forman parte de la Dirección del partido o que se muestran afines a ella.
En mi caso concreto, no he acusado a Rosa Díez de personalista. Esto por sí solo no significaría un grave problema. Creo que la consolidación de UPyD y el éxito de su proyecto político pasa por superar la unipersonalidad del partido, pero no voy a hablarle de eso ahora. Me centraré en la falta de democracia interna, que como usted dice es algo mucho más serio. Aquí comienzan nuestros desacuerdos importantes. Usted dice que se trata de una generalidad inconcreta. Por el contrario, la cantidad y la fiabilidad de los datos que existen en ese sentido son abrumadoras. Voy a darle algunos, sin posibilidad de ser exhaustivo porque rebasaría la longitud razonable para esta carta.
Comenzaré por dos que le atañen a usted, lo que hará más sencillo que pueda confirmarlos. El 25 de mayo, en una entrevista en Diario Siglo XXI, usted decía acerca de la confección de la lista de UPyD a las elecciones europeas: “La elección de candidatos se ha hecho por las distintas agrupaciones del partido de la manera más absolutamente democrática, teniendo en cuenta que se trata todavía de un partido político pequeño y con pocos afiliados.” Pues bien, he de decirle que eso es rigurosamente falso. No digo con ello que usted mintiese, pero sospecho que alguien le mintió a usted. Las agrupaciones no han tenido absolutamente ningún papel en la confección de la lista. Como casi todo, ha sido elaborada por el Consejo de Dirección. Si no me cree, puedo facilitarle el correo, remitido por el propio Consejo, que recibimos todos los afiliados en este sentido. Esto en cuanto a los puestos del segundo hasta el final. La designación del primero de la lista, usted, incluye hasta una significativa anécdota. La forma en que nos enteramos fue pintoresca, a través de la prensa. Un día, meses atrás, uno de los Coordinadores provinciales recibió la llamada de un periodista pidiéndole que comentara la decisión de UPyD de llevar a Francisco Sosa Wagner en primera posición a las elecciones europeas. Ese compañero, que como todos los demás no sabía nada del asunto, tuvo reflejos para dar una excusa, colgar el teléfono, llamar a la Dirección y devolver la llamada. Aún así, los afiliados en general siguieron sin saberlo. Un tiempo después, con su designación ya publicada por toda la prensa nacional, fue sometida a refrendo en el Consejo Político. No había alternativa ni opción.
En cuanto al talante de la gestión interna, sepa que se utilizan los expedientes disciplinarios de forma discrecional y arbitraria. Ya me disculpará que lo repita, pero me gusta poner como ejemplo, por lo ridículo y significativo, el del afiliado octogenario residente en Brasil cuya mayor falta conocida consiste en ser el padre de otra afiliada también expedientada. En general los expedientes que conozco (y son muchos) no resisten el más mínimo análisis jurídico. Ni se corresponden con hechos sancionables, ni se ha respetado el procedimiento en su tramitación. Comprenderá que esto no puedo demostrárselo en este escrito, pero si dispone de tiempo y lo desea, no dude que se lo podremos mostrar sin lugar a dudas. En cualquier caso, por vía interna o externa, verá como nos terminan dando la razón.
Sin embargo, lo que más me preocupa es el modelo organizativo que la Dirección propone, así como los medios que está empleando para conseguir que el primer Congreso se limite a su aprobación plebiscitaria. Le sugiero la lectura crítica del Reglamento del Congreso. Como ejemplo le indico que la Mesa del Congreso se elegirá por listas cerradas y bloqueadas. Quien sepa lo que es una Asamblea General de un partido, sabrá las posibles causas y las probables consecuencias de algo tan inusual. Pero hay mucho más. En esto, le sugiero la lectura de los análisis y comentarios que vamos a ir desgranando en http://estanoeslawebdeupyd.blogspot.com.
En cuanto al debate interno, simplemente no existe, excepción hecha de un grupo de personas seleccionadas digitalmente (usted ya me entiende) y que por lo tanto no representan a nadie ni tienen mayor legitimidad que otros. Pero aún ellos no debaten gran cosa, ya que las decisiones políticas son tomadas de forma prácticamente unipersonal, como por ejemplo la de la abstención en la votación de la mesa del Parlamento Vasco y muchas otras que sería prolijo enumerar.
Pero lo que es un escándalo político sin precedentes es suspender de militancia y preparar la expulsión de las personas identificadas como oposición interna, ante la proximidad de un congreso. Esto no se ha atrevido a hacerlo ningún partido en los 30 años que llevamos de democracia. Esto es lo que está haciendo la Dirección de UPyD. A mí me da, entre otras cosas, vergüenza ajena. ¿Y a usted?
Un respetuoso saludo
Javier Carroquino Oñate
1 comentario:
No sé si al Sr. Sosa le dará verguenza, pero creo que le habría gustado ser elegido en la forma que el predica, y a mi también me habría gustado que se eligiera según mandan los canones fundacionales, pues meritos al Sr. Sosa no se los discute nadie. Aunque no entiendo muy bien que para ser alguien en un cel. cualquiera, se pida afiliación y al Sr. Sosa no se la pidan. En fin, buena elección, pero como siempre elegido unilateralmente y de forma chapucera por los 21 del consejo de dirección. Yo si creo que es vergonzoso y antidemocrático.
Bien expresado amigo Carroquino.
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