martes, 19 de febrero de 2008

La dictadura cubana

Hay cosas que se explican por sí mismas. ¿Qué pensaríamos si uno de nuestros gobernantes hiciese discursos de varias horas de duración con indumentaria militar y pistola al cinto? ¿Una revolución es algo que dura medio siglo y va para atrás? ¿El puesto de líder de la revolución es hereditario?

Algunos de nuestros políticos tratan con inexplicable condescendencia a una dictadura inmoral, ridícula, trasnochada y corrupta. Algo tiene el poder que hace que los miserables sean fuertes con el débil y débiles con el fuerte. La única situación aceptable para Cuba es la inmediata liberación de los presos políticos, la legalización de todos los partidos y la convocatoria de elecciones libres bajo estricta observación internacional.

Si acaso algo habría que negociar, sería una amnistía parcial para los colaboradores de la dictadura, en caso de que facilitasen la transición de forma inmediata. Una nación moderna, formada por personas que deberían tener dignidad de ciudadanos libres, no debe aceptar el sometimiento a una bota militar. Nunca.

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